Empresas y finanzas

Historia revela claves recta final negociación GM-Renault-Nissan



    César R. Díaz

    Toronto, 27 sep (EFECOM).- General Motors y Renault-Nissan han acordado seguir hasta mediados de octubre las conversaciones para una posible alianza, pero si los datos revelados en los últimos días son ciertos, ambas partes afrontan la recta final de forma muy diferente.

    Tras la reunión entre los presidentes de General Motors, Rick Wagoner, y Renault-Nissan, Carlos Ghosn -la segunda hecha pública desde julio- los dos han decidido seguir los estudios y conversaciones hasta la fecha límite previamente establecida de mediados de octubre.

    "A través del trabajo de los tres equipos de estudio, nuestras compañías continuarán explorando las oportunidades potenciales de una alianza industrial. Después de la reunión de hoy, se ha confirmado que los equipos seguirán los estudios hasta la planeada fecha de terminación a mediados de octubre", informó General Motors a través de un comunicado.

    El periódico económico "The Wall Street Journal" publicó hoy que General Motors quiere que Renault-Nissan pague miles de millones de dólares como requisito imprescindible para materializar la alianza como compensación por la diferencia de valor entre los dos grupos.

    Esta demanda es uno de los elementos del rompecabezas que son interpretados como prueba de que Wagoner no está demasiado interesado en el acuerdo a tres bandas que Kirk Kerkorian, su más destacado rival en GM, le impuso en junio.

    En el otro lado de la mesa, Carlos Ghosn, y algunos de sus más destacados directivos, ha mostrado señales que Renault-Nissan está realmente interesado en la alianza.

    Una de las razones de estas diferencias de criterios se encuentra en el pasado reciente de los dos grupos.

    El último intento de General Motors por establecer una alianza industrial con uno de los grandes nombres del automóvil mundial, la italiana Fiat, terminó en fiasco y con la empresa de Detroit pagando gran parte de la factura.

    En el 2000, General Motors y Fiat llegaron a un acuerdo de cooperación industrial por el que la empresa estadounidense adquirió una participación del 20 por ciento en Fiat Auto Holdings mientras que esta se hizo con un 5,6 por ciento de GM.

    El acuerdo para Europa y Latinoamérica -que supuso un intercambio de acciones valorado entonces en 2.400 millones de dólares- establecía la fabricación de transmisiones para vehículos, la compra conjunta de componentes y otras actividades comunes.

    Pero el acuerdo también incluía una cláusula por la que Fiat se reservaba la posibilidad, "si lo considera oportuno y a su discreción", de vender el 80 por ciento de acciones restantes "a precio de mercado" a GM antes del 2010.

    En poco más de cinco años, Rick Wagoner comprobó que el acuerdo no le reportaba nada a GM y que la cláusula de compra era una fruta envenenada que acabaría con la asunción de una empresa con más de 8.000 millones de euros en deudas.

    Así que en febrero del 2005, Fiat aceptó a romper su alianza con General Motors -que en su momento pensó revolucionaría el sector del automóvil mundial- a cambio de una indemnización de 1.550 millones de euros y GM se deshizo del 10 por ciento de acciones del grupo italiano que todavía mantenía.

    En el caso de Renault-Nissan los resultados de la alianza acordada en 1999 han sido muy diferentes.

    En un principio, la marca francesa aceptó hacerse con un 36,8 por ciento de Nissan a cambio de 5.543 millones de dólares en un momento de grave crisis para el fabricante japonés que acumulaba deudas de 17.241 millones de dólares.

    Renault mandó a Japón a uno de sus directivos más destacados, el franco-brasileño Carlos Ghosn, quien en un lustro revolucionó Nissan y eliminó los números rojos del fabricante japonés.

    La actuación de Ghosn en Japón le permitió en abril del 2005 hacerse también con la dirección de Renault y convertirse en un modelo de gestión en el sector automovilístico. EFECOM

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