Empresas y finanzas
¿Por qué las empresas deben apostar por el marketing alternativo?
Eva Sereno
Mercados en continua evolución, clientes agotados y saturados de propuestas similares y una alta competencia son algunos factores que definen la situación a la que hoy en día tienen que enfrentarse muchas empresas. Un contexto en el que el marketing tradicional no es suficiente, por lo que hay que innovar y apostar por otras corrientes y planteamientos comerciales.
En esta coyuntura cada vez es más importante que las empresas innoven para poder tener una posición diferenciadora y destacar en el mercado, lo que debe hacerse implantando y adoptando otras prácticas que supongan un paso más allá en relación a las del marketing tradicional, además de tener en cuenta nuevas corrientes, otros planteamientos comerciales o nuevas formas de planear las estrategias.
En definitiva, se trata de buscar fórmulas de marketing alternativo. "La idea es que las empresas cambien su enfoque. Muchas compañías enfocan su negocio más por las ventas, que se ven como una acción puntual, que por el intercambio y por la relación continúa con el cliente. La empresa tiene que convertirse en un proveedor de experiencias y mantener una relación continua y permanente con el cliente", según ha explicado Luis Francisco Casado, socio director y fundador de la consultora Marketing Gabinet y que ha impartido el curso "Marketing alternativo: cómo innovar respecto al marketing tradicional" en la Cámara de Comercio de Zaragoza, a elEconomista.es
Un paso del marketing tradicional al marketing alternativo y un salto en innovación, que toda empresa puede adoptar teniendo en cuenta una serie de premisas y consejos:
1.- Marketing personalizado: la empresa no solo tiene que centrarse en la venta o compra por parte del usuario, sino que tiene que relacionarse con el cliente y conseguir que este se siga comunicando tras haber realizado su adquisición.
2.- Marketing no invasivo: para llegar a los clientes se pueden utilizar herramientas sencillas y que requieren poca inversión.
3.- Interacción: la empresa debe conseguir que el cliente interaccione con la marca y que esta comunicación sea bidireccional, de manera que no solo la compañía haga cosas para la marca. Además, las acciones que se lleven a cabo deben dotarse de un componente emocional alto.
4.- Marketing mesurable: las acciones que se hagan de marketing tienen que validarse para conocer su repercusión porque, en caso contrario, se convierte en un proceso de ensayo de prueba-error, lo que puede llevar a que el retorno de cada operación sea escaso.
5.- Métodos: para innovar en el marketing pueden utilizarse diferentes canales como, por ejemplo, redes sociales para que se participe, así como los blogs para compartir contenidos y experiencias, entre otras opciones.
Además, es importante añadir un valor añadido con experiencias adicionales e intentar que el cliente sea más un co-productor del servicio y participe de la creación de lo que se ofrece.
También las empresas tienen a su disposición otras vías como newsletters, boletines, eventos, clubes de fidelización y socialización, programas de recompensas...
6.- Pensamiento creativo: es necesario que las empresas potencien el pensamiento creativo para "romper con todo lo que los demás hacen y ser originales" para lo que se pueden seguir técnicas del Desing Thinking.
7.- Empatía: las empresas tienen que empatizar con el cliente, conocerlos y saber lo que sienten para, a continuación, definir el marketing alternativo de los productos y nuevas formas de negocio. En tercer lugar, se debe convertir esas ideas en propuestas para el cliente, que se tienen que testear antes de lanzarlas al mercado. En caso contrario, "se generan ideas para ti, pero no para el cliente".