Trichet lamenta dificultad UE en aplicar sus propias decisiones
Berlín, 23 sep (EFECOM).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, afirmó hoy que uno de los problemas de la Unión Europea (UE) es aplicar las reformas que acuerda, y señaló que en el caso del mercado laboral son ineludibles.
"La paradoja en la UE es que todos coinciden en el diagnóstico de nuestros males, pero no se aplica la receta", dijo Trichet en el X Foro Internacional de la Fundación Bertelsmann, al que asisten numerosas personalidades europeas, entre ellas 22 jefes de Estado y de Gobierno y 44 ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa.
Trichet, ponente en uno de los seminarios del foro, inaugurado ayer por la canciller Angela Merkel, recordó que los males de la UE, especialmente si se la compara con Estados Unidos, son la rigidez en el mercado laboral y sus bajos índices de productividad.
"Hay que dotar de una mayor flexibilidad nuestro mercado y en eso hay plena unanimidad, en la instituciones comunitarias, en sus Estados miembros y en los agentes económicos", opinó Trichet, que puso como ejemplo de esas coincidencia el proceso de Lisboa.
El presidente del BCE sostuvo que la dificultad de la UE de aplicar sus propias medidas es "un problema real" que "debemos resolver entre todos. Es nuestra obligación intentar convencer a la opinión pública de que esas reformas son necesarias".
Agregó que el mensaje es que "o esas reformas se aplican a medio plazo o el pleno empleo será una ilusión en la UE".
Trichet reconoció que en algunos países ,como Alemania, Francia, Italia y España se han hecho cosas, si bien el panorama global sigue siendo "muy mejorable" y se está aún muy lejos de la movilidad de Dinamarca y Estados Unidos.
"En realidad -precisó Trichet- el problema de la UE no es su inmovilidad, pues se están haciendo cosas, sino su lentitud. La UE se mueve, pero no con la suficiente rapidez. Ese es el problema".
Consideró sin embargo que la UE atraviesa un periodo determinante y complejo, pues además de hacer frente a los problemas propios de un país industrializado afronta los desafíos políticos y económicos del proceso de ampliación.
El vicepresidente del Banco Mundial, Shigeo Katsu, fue más optimista durante su intervención y opinó que la situación en la UE es, pese a la siempre necesidad de reformas, muy saludable.
"No podemos subestimar el poder y la posición de la UE, pese a su dificultad en la creación de empleo y su lentitud en la aplicación de reformas", afirmó.
Destacó que, pese a los temores que acompañan el surgimiento de los mercados asiáticos, especialmente China e India, es de prever que la UE mantendrá su competitividad en el mundo globalizado.
"Europa es muy competitiva y tiene a su favor un factor esencial, el del conocimiento", opinó el vicepresidente del BM y recordó que ocho de los diez países con mejor desarrollo humano del mundo son europeos, comenzando por los escandinavos. EFECOM
cv/chg