Empresas y finanzas

Amazon avergüenza a sus empleados para asegurarse de que no le roban

  • Hace escarnio de los trabajadores que fueron despedidos tras hurtar
Un empleado de Amazon manipula envíos en una de las instalaciones de la compañía. GETTY


Al gigante de la distribución en internet Amazon se le había criticado anteriormente por las duras condiciones laborales que impone a los trabajadores que se encargan de manipular físicamente los pedidos, con jornadas literalmente maratonianas en las que los empleados recorren decenas de kilómetros buscando y seleccionando paquetes, uno tras otro y con descansos medidos al segundo. Ahora, la compañía ha decidido dar un paso más en su cruzada por maximizar la eficiencia de sus recursos humanos y ha decidido avergonzarles para evitar que le roben.

En la entrada a sus almacenes, mientras esperan para fichar al inicio de su jornada, y tras superar los filtros de seguridad que se encargan de garantizar que no hay mermas por hurto, Amazon ha instalado grandes pantallas en las que se muestran vídeos ejemplarizantes, en los que se narra la historia de antiguos empleados que fueron despedidos por apropiarse de los paquetes que tenían que manipular.

Para no levantar demasiada animadversión, los casos de ejemplo no se identifican por su nombre y apellidos, y se muestran sólo con la silueta de la foto de su ficha de empleado, sobre la que se estampa de forma sonora un verbo lapidario en grandes letras mayúsculas: DESPEDIDO.

Junto a él, y siempre en bucle, este vídeo moralizante muestra los datos de sus fechorías: qué robó, cuándo lo robo, cuánto costaba y -detalle fundamental, éste- cómo y por qué le pillaron.

El ojo que todo lo ve

En una entrevista con Bloomberg, varios trabajadores confirman esta nueva táctica de Amazon, que recuerda a la novela '1984' de Orwell en la que la existencia estaba dominada por una autoridad omnipresente que se manifestaba en forma de pantallas por doquier.

La compañía, enzarzada en una batalla global por dominar el mercado con precios muy ajustados y agilidad en la entrega, no ha querido responder a las preguntas de Bloomberg, pero se enfrenta desde hace años al mismo dilema: mantener los sueldos lo más bajo posible... y evitar que esos mismos empleados con salarios que en ocasiones apenas dan para subsistir complementen su renta con la distracción de todo tipo de objetos, desde iPads a microondas, pasando por joyería.

Para que el mensaje llegue a todos los rincones de sus centros de distribución, Amazon ha dado instrucciones para que allí donde no haya pantallas de televisión, a los trabajadores se les advierta de las consecuencias de su conducta de forma más analógica, mediante convencionales pero llamativos anuncios en papel colgados de la pared.

Pero si las advertencias son efectivas (Amazon no lo aclara), no será por el miedo. Muchos trabajadores consultados tienen mucho más claro que temen más a las lesiones que les impiden trabajar, o a la carga de trabajo que a duras penas pueden cumplir.

Otros, como el ex empleado James McCracken, consideran además que se trata de "una manera extraña de atemorizar a tu gente". "Creo que es ofensivo", añade.