Empresas y finanzas

Telefónica revaloriza su futura cotizada Telxius con un gran cable submarino


    Antonio Lorenzo

    Ayer se quedaron desfasadas todas las valoraciones que hasta el momento se realizaban de Telxius, filial de infraestructuras de Telefónica, que el próximo verano prevé estrenarse en bolsa. La culpa la tiene un nuevo gran cable submarino que formará parte de los activos de la futura cotizada. Se trata de Brusa, nombre de una infraestructura de fibra óptica de casi 11.000 kilómetros de longitud, que conectará Río de Janeiro y Fortaleza en Brasil con San Juan de Puerto Rico y Virginia Beach (Estados Unidos).

    Si hasta el momento se valoraban los activos de Telxius en el entorno de los 5.000 millones de euros, los analistas deberán corregir al alza sus estimaciones, después de considerar este nuevo activo.

    Telefónica confirmó el pasado 26 de febrero, durante la rueda de prensa de explicación de los resultados de 2015, que su filial de infraestructuras podría realizar su estreno en el parqué a finales del segundo trimestre o principios del tercero, siempre en función de las condiciones del mercado. Esa sociedad incluirá más de 15.000 torres de telecomunicaciones en España y otros países, así como la red internacional de 31.000 kilómetros de fibra óptica submarina del grupo, incluido el SAM-1, un cable submarino que conecta Estados Unidos con Centro y Suramérica.

    La entrada en funcionamiento de Brusa está prevista para comienzos de 2018, con el objetivo de dar respuesta al extraordinario incremento del consumo de datos que experimentará el continente americano en los próximos años.

    Según explica Telefónica a través de un comunicado, el nuevo cable "mejorará la fiabilidad de las comunicaciones y proveerá una mayor resiliencia mediante el aumento del número de puntos de acceso en Estados Unidos, el rendimiento general de la red global y la seguridad extremo a extremo".

    Las mismas fuentes añaden que Brusa "ofrecerá también uno de los enlaces de comunicación de menor latencia entre las dos mayores economías del continente, Brasil y Estados Unidos, y ofrecerá mayor flexibilidad y escalabilidad que otros sistemas desplegados hasta la fecha".

    "Refuerza su liderazgo"

    Con esta nueva infraestructura, Telefónica "refuerza su liderazgo en el sector mayorista de telecomunicaciones y aborda el crecimiento exponencial de la transmisión de datos generados por sus clientes empresariales, operadores de telecomunicaciones de todo el mundo, compañías over the top (OTT) y consumidores finales".

    En los últimos años, Telefónica ha reforzado sus infraestructuras en América con el despliegue del Pacific Caribbean Cable System (PCCS), un cable submarino construido en consorcio y con una capacidad de transmisión de hasta 80 terabytes (Tbps), que enlaza Jackson- ville (Florida, Estados Unidos) con las Islas Vírgenes Británicas, Puerto Rico, Aruba, Curacao, Colombia, Panamá y Ecuador.

    Además de lo anterior, Telefónica también gestiona Unisur, el cable que conecta Uruguay y Argentina, así como el SAM-1, un sistema de cable submarino desplegado en 2000, y que en forma de un anillo de 25.000 kilómetros une Estados Unidos, el Caribe y Centro y Sudamérica.