Empresas y finanzas

El futuro del sector inmobiliario: trocear un inmueble y colocárselo a cientos de inversores

  • Una empresa inglesa crea un mercado inspirado en el micromecenazgo


El futuro de los inversores inmobiliarios podría ser parecido al Monopoly: usar sólo un puñado de euros para comprar un edificio... o al menos una parte muy pequeña de él. Eso es lo que propone una compañía británica que ha lanzado una plataforma que bebe de los modelos de micromecenazgo para ofrecer un nuevo producto de rentabilidad.

La idea sería algo así como pasar de "comprar ladrillo" a "comprar un ladrillo", como reza el propio nombre de la empresa: BrickVest (un juego de palabras a partir de ladrillo e invertir). La inversión mínima es de 1.000 euros. No es que el contrato sea exactamente nuevo -los derechos reales son divisibles desde que los romanos los inventaron-, pero lo que sí es nuevo es la facilidad con la que cualquiera puede apostar a que el mercado inmobiliario subirá.

La idea es crear un mercado más líquido y transparente que el actual, del que cualquiera puede entrar y salir con facilidad: será fácil conocer el precio de cada microtítulo de propiedad, y casar las necesidades de comprador y vendedor.

Claro que no todos podrán entrar en este mercado -cuyos creadores esperan que contenga inmuebles con un valor en el rando que va desde las 500.000 a los 50 millones de libras-, puesto que por el momento estará restringido sólo a profesionales, así como a aquellos inversores que demuestren que conocen el mercado y cuentan con una cartera de al menos 500.000 euros.

En el mercado dentro del mercado, se podrá comprar propiedad, pero también se podrá comprar deuda. Y un comité independiente se encargará de calificar ambas categorías.

"Nadie te vende riesgo en el inmobiliario. Te venden inmuebles, pero lo que los inversores quieren no es comprar superficie. Lo que quieren es comprar una estrategia", remata Emmanuel Lumineau, consejero delegado de la compañía.