El Sabadell y Bankia, únicos bancos que mejoran la rentabilidad con clientes
- La guerra de precios por el crédito deteriora los márgenes
Eva Contreras
El abaratamiento en la retribución de los depósitos resultó insuficiente el año pasado a la banca para compensar la presión que mete en el margen de clientes la guerra desatada en los créditos. Sólo Sabadell y Bankia consiguieron conjugar ambas variables en su favor y ampliar en un 0,4 y 0,15%, respectivamente, la rentabilidad obtenida con clientes el pasado año. El resto de la llamada gran banca sufrió nuevos estrechamientos del spread de entre el 0,02% encajado por BBVA y el 0,011% de Caixabank -en el Santander se redujo 0,04 puntos porcentuales y 0,08 en el Banco Popular-.
El sector había logrado ampliar dicha rentabilidad durante 2013 e iniciado 2014, abaratando los depósitos, a medida que las imposiciones iban venciendo. La amenaza del Banco de España con nuevos requisitos de solvencia al que excediese determinados umbrales de remuneración hizo firmar el armisticio en la batalla por captar depósitos y su rentabilidad se deslizó progresivamente desde el 2,83% de media al 0,59% en 2014. Durante parte de ese tiempo, la TAE de los créditos, incluso, aumentó.
El precio de la financiación inicia una senda a la baja cuando el Banco Central Europeo (BCE) inunda el sistema con préstamos baratos condicionados a dar crédito. Se desboca cuando la reactivación económica frena en seco la entrada en morosidad y, una vez saneado el ladrillo y cumplido con los exigentes nuevos requerimientos de solvencia, las entidades pueden volcarse en la actividad y descubren que tanto esfuerzo ha diluido la rentabilidad a niveles insatisfactorios.
Pero el retorno a la normalidad no es fácil cuando el negocio escasea. La contienda por captar clientes alimenta una cesión del precio de los créditos con la intención de rentabilizarlo mediante una multiplicación de operaciones.
El punto frágil de la estrategia es que, si bien la nueva financiación aumentó un 12% el pasado año, apenas se otorgó un tercio de los préstamos de antes de la crisis. Y el recurso a abaratar el pasivo ofrece síntomas de agotamiento, con las ofertas en depósitos desaparecidas de escaparates, con el precio del dinero en un exiguo 0,05%.
Por todo esto, y tras la alarmas desatadas por varios primeros espadas de distintas entidades sobre la contratación a pérdidas, se esperaba una relajación en la competencia. Pero las cifras detalladas estos días por la gran banca certifican que, en lugar de frenar, el deterioro se acentuó en el último tramo del año.
Cláusulas suelo
Una parte obedece a ofertas, aunque no toda. Tras el verano, es el lanzamiento de la cuenta 123 del Santander, que retribuye al 3% el ahorro y devuelve hasta ese mismo porcentaje en recibos. El margen de Caixabank está particularmente presionado al eliminar las cláusulas suelo a 200.000 contratos o el equivalente al 12,8% de su cartera. Bankia también levantó este tope, pero lo compensa -afectaba a 34.000 hipotecas-. Los mayores márgenes con clientes los conservan precisamente Sabadell y Popular, que se resisten a retirarlas, si bien este último ha hecho hucha para encarar un potencial revés judicial por las mismas. En todo caso, la banca trata de rentabilizar estas ofertas con mayor venta cruzada de productos generadores de comisiones, una partida con contribución clara en auge a la cuenta de resultados.