Empresas y finanzas
Cinco de las nueve fábricas de cloro en España, abocadas al cierre en 2017
Alberto Vigario
Hasta cinco de las nueve plantas de producción de cloro actualmente activas en España corren serio peligro de desaparecer en menos de dos años. Concretamente, el 11 de diciembre de 2017. En esa fecha entra en vigor una normativa de la Unión Europea que obliga a cerrar por motivos medioambientales aquellas fábricas que no hayan cambiado la tecnología de producción de este elemento a una más limpia.
Y, a día de hoy, ninguna de estas cinco fábricas, situadas en Pontevedra, Martorell, Flix, Torrelavega y Palos de la Frontera, ha anunciado ningún plan definitivo para acometer dicha inversión, que en su conjunto -según los cálculos realizados por elEconomista- podría alcanzar los 700 millones de euros.
Las cinco plantas en serios problemas a día de hoy pertenecen a las compañías químicas Elnosa (Pontevedra) Inovyn España (Martorell, en Barcelona), Ercros (Flix, en Tarragona), Solvay Química (Torrelavega, en Cantabria) y Electroquímica Onubense, una sociedad creada por Ercros (Palos de la Frontera, en Huelva).
Las otras cuatro plantas de cloro situadas en España, las de Química del Cinca en Monzón, Ercros en Sabiñánigo, Electroquímica de Hernani en la localidad guipuzcoana y el 30% de la fábrica de Ercros en Vilaseca, sí han llevado a cabo en los últimos años esta transformación, que consiste en modificar la tecnología de mercurio actual -más contaminante- por la denominada de membrana -que cumple la normativa ambiental europea-.
Así, según los datos oficiales de la Asociación Española de Productos de Cloro (ANE), que agrupa a las compañías fabricantes de cloro, actualmente las fábricas españolas tienen una capacidad instalada de 706.950 toneladas de cloro al año, de las que el 81%, 575.950 toneladas, se obtienen con la tecnología de mercurio, y el 19% restante, 706.959 toneladas, lo hacen por la técnica de membrana.
El proceso de transformación de esta tecnología necesita un periodo aproximado de dos años, por lo que las compañías deberían haber anunciado ya esta conversión para poder llegar a tiempo a las exigencias de la Unión Europea.