Empresas y finanzas

Emiratos Árabes dopa su ejército y se convierte en la Esparta del Pérsico

  • Su extraordinaria fuerza militar lo convierte en un enano muy respetable
  • El presupuesto de defensa, de 15.000 millones de dólares, triplica al español
Un F-16 vendido por EEUU bombardea durante unas maniobras frente a un tanque de fabricación francesa.

Fernando Puente Domínguez

Emiratos Árabes Unidos ha pasado de ser considerada como la Suiza de la península Arábiga a ser la Esparta de las dictaduras del petrodólar, un pequeño país con una política exterior cada vez más agresiva gracias a un extraordinario músculo militar. En una nación que se empeña desde hace décacas en importar el modelo desarrollista de las grandes metrópolis comerciales, con rascacielos, franquicias de Ferrari o delegaciones de la Universidad de Nueva York o la Sorbona de París, Dubái parecía ser sólo hasta hace poco una aspirante aventajada a los patrones urbanos occidentales.

Y sin embargo el príncipe de Abu Dhabi, jefe de Estado de una agrupación federal de emiratos en la que los partidos políticos están prohibidos, no ha dejado de expandir su ejército y su actividad militar exterior en los últimos años.

El jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan no es sólo un líder respetado en el Krémlin y un aliado fiable para la Casa Blanca. Es uno de los mejores clientes de la corporación multinacional de defensa Lockheed Martin y de hecho en el mercado mundial ocupa la tercera posición como mayor importador de armamento.

Potencia regional

Conforme Estados Unidos parece dudar cada vez más sobre su implicación en los asuntos de Oriente Medio, EUA ha decidido dar un salto exterior y ha participado en un variado repertorio de teatros de operaciones: en Libia, junto con Egipto contra los rebeldes; en Siria, junto con Estados Unidos contra Estado Islámico; y en Yemen, junto con Arabia Saudí contra los chiítas apoyados por Irán.

Esta ensalada de misiones de escala casi imperial sólo es sostenible gracias al flujo casi continuo de dinero destinado a un ejército relativamente pequeño, con 65.000 efectivos (que si es necesario se pueden reforzar con mercenarios lationamericanos, como ya ha ocurrido en Yemen), pero que cuenta con equipamiento de última generación.

Hasta un escudo nuclear

Su Armada, relativamente pequeña, se limitaba hasta hace poco a una flotilla de patrulleras para las aguas del Golfo, pero ha comenzado a dotarse de buques de asalto anfibio y lo que es más definitorio: la francesa CMN ha fabricado para el país árabe seis corbetas Baynunah para aguas profundas.

En sus santabárbaras se almacenan misiles antibuque Exocet (también de factura gala) y misiles RAM de la estadounidense Raytheon, capaces de interceptar aviones y otros misiles.

Si pasamos a tierra firme, la práctica totalidad de su equipamiento procede de los arsenales occidentales: tanques Leclerc fabricados en Francia, blindados de combate BMP-3 de Rusia, transportes de personal blindados de EEUU Navistar MaxxPro (y diseñados por cierto en Israel), artillería autopropulsada M109, que también viene de EEUU, al igual que una de las joyas de la defensa contra misiles nucleares de las próximas décadas: el sistema THAAD.

Si eso no basta para ver por qué EUA podría considerarse como un enano muy respetable, entonces sólo queda echar un vistazo a sus fuerzas aéreas, que seguramente causan envidia a los jefes de estado mayor de algunos miembros de la OTAN.

Está previsto que en 2020 el arma del aire emiratí cuente con 30 aviones Eurofighter 2000 (del consorcio Europeo formado por Airbus, BAE y Alenia). A ellos se sumará un aluvión de aparatos fabricados en Estados Unidos: más de cien F-16E/F, un número aún por determinar -podría superar los 50 aparatos- del caza multipropósito más temible, el F-35, e incluso 17 drones Predator XP.

¿"Inversiones"?... ¿"Adecuadas"?

Con este despliegue belicista, la voz del jeque Mohamed (o sus parientes o descendientes cuando llegue el momento de la sucesión) suena cada vez más parecida a la de la otra potencia regional con ínfulas imperialistas y la única de la región que supera su presupuesto en armamento: Arabia Saudí.

La principal duda, sin embargo, es si la gigantesca factura militar con la que EUA está engrasando la industria de defensa de media Europa y Estados Unidos, podrá mantenerse en el tiempo.

El rumbo económico del país es objeto de numerosos debates desde hace años. El propio jeque reconocía abiertamente el pasado mes de febrero en Dubái que la transición de su modelo productivo hacia uno más diversificado, ya está en marcha: "Dentro de cincuenta años, cuando hayamos llenado el último barril de petróleo, ¿tendremos motivos para estar tristes?".

"Creo que celebraremos ese momento...", decía entonces, aunque estableciendo una condición: "....si nuestras inversiones actuales son las adecuadas". Habrá que esperar hasta entonces, pues, para comprobar si los cerca de 15.000 millones de dólares que EUA derrocha en armamento cada año (el triple que España) dan los frutos deseados por el dictador federal.