Empresas y finanzas

La acuicultura crea un sello español ante la piratería turca y griega


    Javier Romera

    Diferenciar el pescado de piscifactoría español en el mercado frente a la competencia de países como Turquía o Grecia. Ese es el objetivo por el que Apromar, la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España, ha creado un sello de calidad, la marca colectiva Crianza de Nuestros Mares, que está presente ya tanto en las grandes cadenas de distribución, como en las pescaderías de barrio. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Alimentación

    "Se trata de un sello con el certificado externo de Bureau Veritas que asegura el cumplimiento de una serie de características, informando al consumidor de la calidad, propiedad y ventajas diferenciales del pescado de crianza español frente al importado", explica Javier Ojeda, gerente de Apromar.

    En un principio, el sello se utilizará únicamente para doradas, lubinas y corvinas, pero el objetivo es que poco a poco se vaya extendiendo a otros pescados. Apromar lleva tiempo reivindicando la necesidad de diferenciar claramente el producto que se cultiva en los mares españoles, para que el consumidor pueda reconocerlo fácilmente cuando se encuentre ante el mostrador de la pescadería.

    Doradas y lubinas

    Actualmente, de las doradas y lubinas que se consumen en España, sólo son de producción nacional el 65%, mientras que el resto procede de la importación -básicamente desde países como Grecia y Turquía-, que son en términos generales de menor calidad y frescura.

    "Son productos muy distintos que, sin embargo, no suelen diferenciarse suficientemente en el punto de venta, pudiendo verse afectados en su imagen cuando se produce una determinada crisis en uno de estos países, y por eso es tan importante la diferenciación", dicen en Apromar, que integra al 95% de la producción española de acuicultura marina, además de industrias auxiliares, fabricantes de piensos y empresas de servicio.

    El sello, según la asociación, tiene la misión de transmitir un mensaje claro relativo a la calidad que tienen los pescados criados en las granjas marinas españolas, pero también de contribuir al fomento de una producción sostenible y competitiva "que beneficie a toda la cadena de valor".

    Consumo de pescado

    España es uno de los principales mercados de consumo de pescado del mundo entero y también se sitúa entre los que ofrecen una mayor variedad de especies gracias a la riqueza de nuestros mares.

    Además, nuestro país es líder en acuicultura en la Unión Europea, puesto que se cultivan más de 35 especies de interés comercial que suman un volumen de más de 250.000 toneladas. Y ello a pesar de la caída en las cifras de producción detectada en los últimos años, similar a la ocurrida con la pesca de captura.

    El problema de fondo es que España es deficitaria en su balanza comercial exterior pesquera, al igual que ocurre en el resto de la Unión Europea, puesto que la mayor parte de los productos acuáticos que consumimos son de importación.

    "La competencia para el pescado nacional es realmente dura en el circuito comercial. Pese a que la gran mayoría de los puntos de venta al consumidor final se preocupan por cumplir la legislación que obliga a ofrecer la información sobre el pescado de manera clara y explícita sobre su origen, en general, los consumidores no cuentan con información suficiente cuando realizan la compra de pescado fresco", aseguran en Apromar.

    La asociación defiende además la acuicultura como una de las alternativas más viables para abastecer la creciente demanda de pescado de calidad, garantizando la frescura con la que el producto llega a los consumidores.