Buffett fuerza al Congreso de EEUU para ahorrarse millones de dólares
- Consigue que retrase el despliegue de un sistema de señalización
- El nuevo estándar evita los accidentes de tren más mortales
Reuters
Warren Buffett ha conseguido una vez más que el legislador de EEUU baile al ritmo que él marca. Cuando un tren de Amtrak descarriló el pasado mes de mayo en Filadelfia, 8 personas murieron como consecuencia. El accidente parecía sellar además el ultimátum que las autoridades federales habían dado a las operadoras ferroviarias: la que no tuviese instalado un avanzado sistema de señalización tendría que cesar sus operaciones.
Pero no hay ley que se le resista al veterano inversor, y menos si va de la mano del presidente de la comisión del Senado encargada de supervisar el funcionamiento del sector ferroviario.
La semana pasada bajo la presión de BNSF, la operadora ferroviaria que posee Buffet (y la que más dinero ha inyectado como lobista en lo que va de año) los legisladores de EEUU aprobaron una moratoria que Obama refrendó acto seguido.
Gracias a ella, las operadoras (las privadas de cargas, pero también los grandes servicios de transporte público) reciben tres años más de gracia para instalar Positive Train Control, y difieren así el pago de buena parte de los 13.000 millones de dólares que se calcula que costará el sistema de señalización más seguro.
Tras movilizar en los últimos meses a la práctica totalidad de la cadena de suministro de EEUU, Buffett y el resto de operadoras agrupadas en la patronal AAR consiguieron su objetivo: marcar el paso al que se legisla.