Empresas y finanzas

El gasoducto Midcat, entre España y Francia, requerirá 3.000 millones

  • La Comisión, España y Francia pactan la primera fase por 480 millones de euros


La Comisión Europea está decidida a dar un impulso al gasoducto Midcat, entre España y Francia, para reducir la dependencia del gas ruso del centro de Europa. Para ello, las partes implicadas se reunieron la semana pasada con la intención de impulsar la primera fase de este estratégico proyecto para la política comunitaria.

En el encuentro, según indicaron fuentes consultadas por este diario, se avanzó notablemente sobre este primer tramo, que supondrá un desembolso de entre 470 millones y 480 millones de euros, de los que 160 millones irán a cargo del lado español y 320 millones por el lado francés para conectar un total de 235 kilómetros de tubería a través de la frontera francesa. Así, el proyecto está bastante avanzado en lado español, ya que está construido hasta Figueres (Gerona), y sólo queda llegar hasta la frontera, pero lleva bastante retraso en el lado francés.

Según indicó el propio comisario de Energía, Miguel Arias Cañete, la segunda fase, por contra, dispara los costes a "palabras mayores" y comporta importantes actuaciones en la red gasística gala, propiedad de TIGF, en manos de la italiana Snam.

En la fase dos se desarrollarán las infraestructuras necesarias para lograr las capacidades objetivo, lo que llevará a una inversión total en el proyecto de 3.000 millones. Esta nueva interconexión permitirá incrementar de forma significativa la capacidad entre España y Francia (desde los 7,2 bcm/ año actuales hasta los 14,3 bcm/año)

Ya se ha puesto de manifiesto la necesidad de desarrollo de estas infraestructuras por parte de la UE y hay un compromiso y un acuerdo por parte de los gobiernos implicados que de hecho crearon un grupo de trabajo de alto nivel y ratificaron la voluntad política el pasado mes de marzo en varios encuentros al máximo nivel entre los presidentes español, Mariano Rajoy, francés, François Hollande y portugués, Pedro Passos Coelho.

La intención de Bruselas es interconectar dos mercados, el mercado ibérico y el mercado centroeuropeo.

La puesta en marcha de esta conexión mejorará además en su momento el peso de España como centro de comercio de gas y el funcionamiento del mercado mayorista cuando se ponga en marcha el año que viene, una vez el Gobierno desbloquee los reglamentos de este mercado mayorista.

Según un informe del Instituto Español de Estudios estratégicos, elaborado por María del Mar Hidalgo, "la alta dependencia del gas ruso supone una clara vulnerabilidad para la UE no sería lógico prescindir de este importador sino, más bien de diversificar las fuentes de suministro. En este sentido, en la UE se plantean dos posibilidades: aumentar las conexiones de gas natural con Asia Central y con el Norte de África y desarrollar nuevas capacidades para aumentar la importación de gas licuado".

Según un estudio elaborado por Platts, la capacidad ociosa de gas natural licuado para los años 2016 y 2017 ascenderá a 18 bcm de los que 9 bcm pueden acabar en España.

La intención de los gobiernos es que Midcat pueda estar plenamente operativo en 2020.

La Comisión está preparando además una estrategia de gas natural licuado que presentará el año próximo y en la que se pretender mejorar también los accesos de gas por barco. El incremento de las interconexiones resulta además básico para generar un mercado interior del gas que facilite una homogeneización mayor de precios.

En estos momentos, España paga uno de los precios del gas más caros de Europa, lo que supone una queja constante de los grandes grupos industriales que lo consumen para su proceso productivo.