Empresas y finanzas

Airbus propone la solución final para apretujar pasajeros: que viajen unos sobre otros

  • La fabricante quiere que sus aviones tengan dos pisos de asientos
  • Haría falta una escalerilla para llegar a las plazas superiores
Con el número 14, los asientos del piso superior. Con el 30, la escalerilla de acceso

Fernando Puente Domínguez

Airbus ha propuesto una nueva solución para incrementar el número de viajeros que caben en el fuselaje de un avión. Una vez que el tamaño de los aparatos parece haber alcanzado un nuevo límite con la puesta en servicio del B-777 de Boeing y el A-380 de Airbus, las fabricantes han puesto su atención en el interior de las naves. La última patente de la fabricante europea va en ese sentido, y aunque podría multiplicar la rentabilidad de las aerolíneas, no está claro de la recepción que tendría entre el público.

En la patente que ha registrado, Airbus pide la protección de la propiedad industrial para un sistema de asientos en el que los clientes viajen, literalmente, unos encima de otros.

"En los medios de transporte modernos, y en particular en aviación, es muy importante desde un punto de vista económico hacer un uso óptimo del espacio que hay disponible en la cabina de pasajeros", escribe la fabricante europea en su petición ante la oficina de patentes de Estados Unidos, según informa Wired.

El diseño, que según Airbus permite "un alto nivel de confort" para los viajeros, implica en términos simples la creación de un segundo piso de asientos, que estarían situados a la altura de la cabeza de los convencionales, que se alternan en el eje longitudinal con los de las filas inferiores, y a los que se accedería mediante una escalerilla.

Lo más peculiar de la patente es que Airbus considera que podría ser de utilidad no tanto para las clases más económicas, como para la clase business, puesto que todos los asientos -los del primer piso y los del segundo- podrían reclinarse 180 grados.

La propuesta de la fabricante sigue en el tiempo a otra realizada hace unos meses, en las que se proponía que la mitad de los pasajeros viajen mirando hacia atrás, con sus asientos intercalados con los que miran hacia adelante.