Empresas y finanzas

El primer ministro húngaro critica la "rebelión" de los refugiados



    Por Krisztina Than y Stephanie Nebehay

    BUDAPEST/GINEBRA (Reuters) - El primer ministro húngaro acusó el viernes indignado a inmigrantes ilegales de "rebelarse" contra la ley de su país, en un momento en el que las fuerzas de seguridad en toda Europa tratan de controlar un flujo récord de hambrientos y asustados refugiados.

    Muchos de las decenas de miles de refugiados que están atravesando Europa desde Grecia vía los Balcanes y Hungría hacia el oeste huyen de la guerra civil en busca de asilo, en particular en países más receptivos como Alemania y Suecia.

    El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo que su país, que espera solo este año 800.000 solicitudes de asilo, tiene recursos limitados e instó a otras naciones europeas a hacer más para compartir la carga.

    Citando preocupaciones de seguridad, Austria cerró parcialmente una autopista de conexión entre Viena y Hungría el viernes. Unas 8.000 personas habían cruzado la frontera el jueves y otras 3.600 llegaron durante la noche, dijo la policía.

    La conexión ferroviaria de Austria con Hungría también está cerrada debido al masivo número de inmigrantes.

    Hungría, por su parte, está construyendo una cerca a lo largo de su frontera con Serbia para ayudar a frenar la marea humana y también planea implementar normas de inmigración más duras desde la semana próxima.

    El primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien ha calificado la crisis como una batalla para preservar la prosperidad y la "identidad cristiana" de Europa, criticó con enfado el comportamiento de los inmigrantes, en su mayoría musulmanes, que han llenado el centro de Budapest e interrumpido el tráfico en las autopistas hacia Austria.

    "Tomaron estaciones de tren, se negaron a dar sus huellas dactilares, no cooperaron y no están dispuestos a ir a lugares donde pueden recibir comida, agua, alojamiento y tratamiento médico (...) Se rebelaron contra el orden legal húngaro", dijo Orban a periodistas.

    "Desde el 15 (de septiembre), las autoridades húngaras no perdonarán cruces de frontera ilegales", agregó.

    Más de 170.000 inmigrantes han cruzado hacia Hungría desde Serbia en lo que va del año. Muchos tratan de evitar ser registrados en ese país por temor a quedar varados o tener que regresar más adelante. El número podría elevarse a 400.000-500.000 para fin de año, dijo el ministro húngaro de Exteriores, Peter Szjjarto.