Empresas y finanzas

Singapur se blinda para asamblea del FMI y el Banco Mundial



    (Añade comentarios del Banco Mundial y la Unión Europea sobre la prohibición de entrada a Singapur de algunos miembros de ONGs)

    César Muñoz Acebes

    Singapur, 13 sep (EFE).- Singapur se ha convertido en una ciudad blindada para garantizar la seguridad durante las cumbres del FMI, el Banco Mundial y el G-7, y sólo permitirá las manifestaciones en un espacio del tamaño de un campo de bádminton.

    Carreteras cerradas, furgonetas anti-disturbios en lugares estratégicos y más de 10.000 policías en las calles son parte del nuevo paisaje de Singapur, donde ayer comenzaron los acontecimientos asociados con la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

    Las autoridades de la isla no han escatimado en dispositivos de seguridad para evitar disturbios y proteger a los más de 16.000 delegados acreditados hasta ahora, entre ellos la mayoría de los ministros de economía y gobernadores de los bancos centrales del planeta.

    Además, el sábado se encontrarán los titulares de economía del G-7 y el fin de semana el Instituto de Finanzas Internacionales, que agrupa a los mayores bancos del mundo, celebrará su asamblea anual, que contará con una asistencia récord, según fuentes de esa organización.

    Para garantizar que no haya sorpresas, las autoridades han aislado el centro de convenciones Suntec, donde tendrán lugar la mayoría de las reuniones, con verjas metálicas de más de dos metros de alto terminadas en alambre de espino y policías con armas automáticas.

    También han desplegado patrullas en las aguas de la isla y helicópteros en su espacio aéreo.

    Sin embargo, algunas de sus medidas de seguridad han causado incomodidad incluso para los organizadores de la Asamblea Anual.

    Singapur, una isla-estado gobernada desde 1965 por el mismo partido, prohibió inicialmente la entrada de 28 representantes de organizaciones no gubernamentales que estaban acreditados para participar en el encuentro, aunque hoy permitió el viaje a uno de ellos, según una fuente del Banco.

    El Gobierno ha calificado a ese grupo como "indeseables" y alega que son "personas implicadas en actividades conflictivas en el pasado".

    "Nos preguntamos por qué el Fondo y el Banco escogieron este lugar" para celebrar la Asamblea, dijo a EFE Debayani Kar, de la organización "Jubilee USA".

    "Pone en duda su sinceridad cuando dicen que están a favor de la apertura y la transparencia", añadió.

    El Banco Mundial no se ha mordido la lengua y ha criticado la decisión de Singapur.

    "Esto es una violación del convenio formal que teníamos con el Gobierno de Singapur y de un acuerdo firmado el 23 de septiembre de 2003", señaló a la prensa Kevin Kellems, director del departamento de relaciones exteriores de la institución.

    La Unión Europea (UE) se unió hoy a las protestas oficiales y pidió al gobierno de la isla que "reconsidere" la prohibición.

    A pesar de estas declaraciones, Singapur ya ha expulsado a dos personas de las organizaciones no gubernamentales "Global Call to Action Against Poverty" (GCAP) y "Freedom From Debt Coalition" que iban a participar en los actos paralelos a la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial, según informó hoy en un comunicado la GCAP.

    Singapur es una ciudad que se mueve por un estricto concepto del orden, donde hay multas para los peatones por cruzar la calle con el semáforo en rojo o por escupir en el suelo.

    Además, sus leyes limitan el derecho de reunión en las calles para grupos superiores a cinco personas y prohíben a los extranjeros reunirse dentro de edificios salvo que soliciten una autorización.

    El Banco Mundial pidió al Gobierno que permitiera las manifestaciones durante la Asamblea, según la fuente del organismo.

    En su lugar, Singapur ha reservado un espacio del tamaño de un campo de bádminton dentro del Centro de Convenciones para quien quiera protestar por algo, de nueve de la mañana a seis de la tarde.

    Eso sí, tendrá que respetar tres páginas de normas, que incluyen usar ropa "apropiada", limitar el ruido "a un nivel aceptable" y no mostrar ninguna señal o actuar de una forma que "dañe la seguridad de Singapur". EFECOM

    cma/prb