El éxito del tren entre Londres y París hace que sea incapaz de atender toda la demanda

La rapidez del viaje en tren entre las capitales de Reino Unido y Francia, de poco más de dos horas de duración, y su atractivo frente al avión, han llevado a una explosión de demanda que ha hecho que la compañía que presta el servicio, Eurostar, haya colgado el cartel de completo este verano en muchos trenes.

"El mercado francés está mejorando definitivamente", señala a Bloomberg el consejero delegado de la compañía, Nicolas Petrovic, que además reconoce que el impacto de una libra más cara frente al euro está siendo menor de lo esperado.

"Pensábamos que el segmento de viajeros por motivos de placer sufriría (por el tipo de cambio), pero está bien. Y el mercado de viajeros americanos está remontando, tras (el impacto de los atentados contra la revista satírica) Charlie Hebdo", añade Petrovic.

El número de viajeros creció un 3% en el segundo trimestre, hasta los 2,8 millones de viajeros, despúes de un primer trimestre plano por culpa del citado ataque terrorista y de un incendio que cortó el túnel ferroviario que conecta los dos países.

La explosión de la demanda ha animado a la compañía, que también presta servicio entre Londres y Bruselas, a adelantar la puesta en servicio de 10 nuevos trenes e320, fabricados por la compañía alemana Siemens. Diseñados por la italiana Pininfarina, cuentan con interiores aún más espaciosos y WiFi gratis.