Empresas y finanzas

El Rey destaca en el premio a Freixenet que la "gran empresa" que nos une es España

  • Urkullu aboga por una reforma de la Constitución desde los cimientos

Carmen Larrakoetxea

Ayer el Rey Felipe VI hizo entrega en Bilbao del Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial al emblemático empresario catalán José Ferrer Sala, presidente de honor del Grupo Freixenet. El monarca aprovechó esta triple coincidencia para lanzar un alegato en defensa de la unidad de España.

Así Felipe VI destacó cómo "un premio que entregamos en esta querida tierra vasca a un gran empresario catalán, José Ferrer Sala, que es al mismo tiempo un gran español, y lo hacemos rodeados de amigos, familiares y muchos empresarios más de otros territorios de España". Por tanto a su entender ayer en Bilbao confluían "tierras, personas, obras y sentimientos que integran, desde su propia singularidad, el gran patrimonio común de todos, la gran empresa que a todos nos pertenece y nos une, que es España".

Ferrer Sala ha sido el merecedor de la segunda edición del Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial, reconocimiento convocado por el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos, en que reconocimiento de su trabajo creando empleo, internacionalizando sus actividades y contribuyendo a la mejora de su entorno y al bienestar del país.

El Rey ensalzó la importancia de "reconocer y valorar, por parte de todos, la aportación necesaria y fundamental que los empresarios realizan en beneficio del conjunto de la sociedad". Esta labor, según el monarca, precisa de "un entorno institucional en el que las autoridades nos atengamos en todo momento y con responsabilidad a nuestros respectivos deberes y obligaciones constitucionales" en un marco que "ofrezca seguridad jurídica, respeto a la ley, confianza y estabilidad". Y todo ello, recalcó, "en el seno de la Unión Europea" que calificó como "proyecto nacional de España" que nos ampara y protege de las incertidumbres.

Por su parte, la respuesta del lehendakari Iñigo Urkullu fue abogar por la reforma de la Constitución española "desde los cimientos, la apertura al diálogo y la negociación, la disposición al acuerdo y el pacto". Para Urkullu la clave es anticiparse, tomar la decisión de "negociar, la voluntad de pactar y la garantía de cumplir".