Empresas y finanzas

Bruselas simplificará la etiqueta energética de los electrodomésticos

  • La nueva categorización perderá los pluses: irá de la letra G a la A
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Tomás Díaz

La Comisión Europea ha decidido revisar la etiquetas energéticas de los electrodomésticos, porque considera que son confusas para los consumidores. En la actualidad, las neveras, lavavajillas, lavadoras y demás muebles habituales en las cocinas tienen identificado su grado de consumo de electricidad según una escala de letras y colores que arranca en la G, la menos eficiente, de color rojo, y culmina en la A+++, la más eficiente y de un tono verde intenso. La nueva escala sólo tendrá letras e irá de la G a la A.

El cambio se incluirá en la revisión de la Directiva 2010/30/UE, cuya nueva redacción será presentada en sociedad el próximo 15 de julio. A partir de ese momento estará dos años en tramitación, recibiendo comentarios de los estados miembro y el resto de actores implicados, como la industria o las asociaciones de consumidores. Se prevé que entre en vigor a partir del 1 de enero de 2017.

La necesidad de rediseñar la escala proviene del buen hacer de los fabricantes, que consiguen equipos cada vez más eficientes, y obligan a ir añadiendo pluses a la máxima categoría, lo que genera confusión: ¿qué diferencia hay entre A+ y A+++? Un estudio de London Economics revela que los consumidores no aprecian demasiada.

Saturación de categorías

A esa confusión hay que añadir la saturación en las máximas clasificaciones de determinados electrodomésticos, como frigoríficos y lavadoras. Aunque los primeros todavía tienen cierto margen, porque pocos fabricantes tienen productos muy eficientes, en las segundas hay demasiados aparatos con A+++, de modo que la información facilitada por la etiqueta tiene escasa utilidad para los consumidores.

La industria fabricante se mantiene prudente y expectante ante el cambio. La Asociación Nacional de Fabricantes y Exportadores de Electrodomésticos (Anfel) apoya la aclaración y simplificación, pero le preocupa un cambio brusco. Tampoco considera que sea el momento de hacerlo, porque la última modificación de la Directiva fue hace relativamente poco y todavía se están publicando los reglamentos comunitarios derivados de ella, en los que se especifican las caracterísiticas que deben cumplir los distintos electrodomésticos según su categoría. El último Reglamento, relativo a hornos y campanas, ha entrado en vigor este mismo año y todavía hay productos a la venta que no están etiquetados.

Alberto Zapatero, director general de Anfel, considera que "es demasiado pronto para volver a cambiar el etiquetado". Le preocupa especialmente la confusión que se generará en los consumidores cuando vayan a una tienda y comparen un equipo etiquetado con A+++ y otro más caro, recién salido de fábrica y etiquetado con la nueva A.

Zapatero comparte el diagnóstico de que hay un problema en las categorías de algunos electrodomésticos, pero cree que sería mejor buscar soluciones específicas para ellos, sin tocar toda la escala. También le preocupa que pueda plantearse la modificación de la metodología de cálculo de los niveles de consumo energético de las máquinas. Introducir nuevas etiquetas no supone coste, pero sí una nueva metodología, sobre todo en equipos y certificaciones. En cualquier caso, es improbable que suceda.

Registro de productos online

La revisión de la Directiva creará una base de datos para los productos que se comercialicen en la UE, en la que se podrán consultar sus principales características por medio de Internet, aplicando lo que ya se hace en otras latitudes, como EE UU, Canadá, China o Australia. La idea gusta en Anfel -España tuvo un registro similar hace unos años- y otras entidades, como la Fundación Ecodes, lo valoran especialmente. A la Fundación también le preocupa la escasa vigilancia de las autoridades sobre el etiquetado.

Ahorros anuales por el cambio de electrodomésticos. Sustitución de aparatos viejos por otros de alta eficiencia energética* 'elEconomista'.