Las constructoras recrudecen la lucha por las obras públicas, con bajas de más del 60%
- Las ofertas económicas que se aproximan a la temeridad se han multiplicado en los últimos años
Javier Mesones
El drástico recorte de la obra pública ha radicalizado la lucha de constructoras o ingenierías por ganar contratos en España. Para ello, no han dudado, en muchos casos, en tirar los precios con ofertas a la baja muy próximas a la temeridad o incluso por encima del límite. Tal el es punto que cada vez es más habitual encontrar bajas próximas al 60 por ciento de lo presupuestado. Este modelo, que ahora critican grandes grupos como ACS, OHL o FCC, provoca en muchas ocasiones que los costes sean revisados con posterioridad hasta el extremo de que las obras terminan por costar más que lo proyectado inicialmente por la Administración.
Las bajas se han más que duplicado de media en los concursos estatales desde 2010. Así, las propuestas para las licitaciones del Ministerio de Fomento han pasado de suponer un 14,5 por ciento inferiores al presupuesto oficial al 32,5 por ciento en 2014, de acuerdo con los datos facilitados por la patronal Seopan. En el caso del Ministerio de Medio Ambiente, las bajas han pasado del 20,8 por ciento al 41,7 por ciento. Mientras, en las Administraciones Autonómicas y Locales se han elevado al 28,6 por ciento y el 27,2 por ciento, respectivamente, frente al entorno del 20 por ciento que presentaban hace cuatro años. El año pasado, no obstante, el promedio de las bajas se redujo ligeramente, con excepción de las obras del Medio Ambiente.
Sistema público
Hace unas semanas, en un foro sobre infraestructuras organizado por KMPG, tres primeros espadas de la construcción española se alinearon para criticar el sistema de contratación pública de España. Se unían así a reclamaciones que días antes habían lanzado desde la ingeniería. Antonio García Ferrer, vicepresidente ejecutivo de ACS, y Josep Piqué y Juan Béjar, consejeros delegados de OHL y FCC, respectivamente, cuestionaron un modelo en el que las bajas de precios en las ofertas y los posteriores modificados, con los sobrecostes que suelen generar, son el pan de cada día."Esto no es sostenible y tiene que desaparecer" porque si no lo acabarán haciendo las empresas, aseguró el ejecutivo del grupo que preside Florentino Pérez.Una observación respaldada por Béjar y Piqué. "Es muy español y tiene que acabarse", afirmó el directivo de la compañía que ahora controla el magnate mexicano Juan Béjar. Un mecanismo que, además, abundó Piqué, "ha levantado sospechas de corrupción que no ayudan" a España. Abogan por caminar hacia el modelo anglosajón con un precio cerrado.
Múltiples casos
Pues bien, a pesar de su oposición al modelo de bajas, sobre el que por cierto estas y otras compañías han construido gigantes internacionales durante décadas, sus ofertas en los concursos públicos de los últimos meses en nada han cambiado. Incluso, si cabe, han ido más allá con bajas que han llegado a superar el 60 por ciento. Muchas veces son descartadas porque exceden el límite de temeridad, pero en otras se quedan a las puertas del mismo, con los riesgos futuros que entraña. Así ha ocurrido con la reciente propuesta de Acciona Trasmediterránea para hacerse con el concurso de las líneas marítimas entre Málaga y Almería con Melilla. La filial del grupo de los Entrecanales realizó una propuesta de 7,6 millones de euros, frente a los 25 millones presupuestados, es decir, una rebaja del 69 por ciento. Un importe muy inferior, además, a los 17 millones de Armas y los 14,1 de Balearia. La oferta de Trasmediterránea ha generado muchas dudas y el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, no ha dudado en calificarla de "temeraria".
Los ejemplos son múltiples. Aena adjudicó recientemente la remodelación de cinco salas VIP en el aeropuerto de Barajas a Vías y Construcciones, filial del Grupo ACS, que, como ya se ha mencionado, se ha mostrado últimamente muy crítico con las bajas excesivas. El gestor aeroportuario escogió la propuesta de Vías, con un presupuesto de 4,4 millones, frente a los 9,1 millones estimados. Es decir, la baja superó el 51 por ciento. Más aún, en esta licitación, Aena dio una segunda oportunidad a los ofertantes, ya que en la primera había varios con ofertas económicas similares. En su primera intentona, Vías contempló una rebaja del 37 por ciento, que después ajustó hasta el 51 por ciento citado. La mayoría de las demás propuestas presentaban bajas superiores al 30 o 40 por ciento.
Otras filiales del grupo comandado por el también presidente del Real Madrid, Dragados y Tecsa, aliadas a través de una UTE, ganó a principios de abril el proyecto de construcción de protecciones acústicas en un tramo (Vigo-Padrón) del Ave a Galicia. Se trata de una obra menor, presupuestada en 7,98 millones, pero la disputa por este tipo de contratos, a los que aspiran grandes constructoras pero también pequeñas y medianas, es enorme. En este caso, Adif recibió hasta 35 ofertas. Todas ellas presentaban una baja superior al 41 por ciento. La UTE formada por CHM y Lerpeko tiró los precios un 58,8 por ciento. La segunda fue la constituida por Dragados y Tecsa, del 57,7 por ciento, equivalente a 3,37 millones, y que gracias a la puntuación técnica -que no era la mejor- se llevó la obra. En esta licitación, la temeridad estaba fijada en el 61,18 por ciento, apenas tres puntos por encima, por tanto, de la oferta de ACS.