Empresas y finanzas

El fondo CVC se hace con las clínicas Ruber en Madrid por 140 millones



    El fondo CVC Capital Partners, a través de IDC Salud (antigua Capio) suma dos centros sanitarios privados más en Madrid, los del grupo Ruber.

    La sociedad cerró ayer la compra de la clínica Ruber y el hospital Ruber Internacional por una cifra cercana a los 140 millones de euros, según fuentes de la operación consultadas por este periódico. Los propietarios del grupo Ruber, los hermanos Bergaz Pérez, pusieron a la venta las clínicas hace dos años y pusieron un precio de compra de 250 millones de euros, como ya informó este periódico.

    El grupo HM Hospitales, de la familia Abarca, también estaba interesado en la compra, aunque consideraba el precio fuera de mercado. Según los términos de la operación, la venta se ha cerrado en esos 140 millones, ya que ha habido un importante ajuste de precio (earn out), por el que una parte del precio de adquisición se condiciona a los resultados futuros de la empresa en un periodo de tiempo, pudiendo alcanzar la cantidad final los 200 millones de euros.

    Tras esta compra, el fondo de capital riesgo, que en junio también compró el grupo Quirón en una operación valorada en 1.500 millones de euros, amplía su dominio en la sanidad privada en la capital de España, donde controlará aproximadamente un 30 por ciento de las camas hospitalarias.

    Una vez formalizada la integración, la compañía resultante gestionará 37 hospitales en España, a los que ahora hay que añadir las dos clínicas de Ruber.

    Valor de los edificios

    El principal valor del grupo es su patrimonio inmobilario. La clínica Ruber está situada en el barrio de Salamanca de Madrid y el hospital Ruber Internacional en el barrio de Mirasierra, otra zona de alto precio en la capital.

    Los hospitales eran propiedad de Francisco Bergaz Santos y su esposa, Victoria Pérez. Según las fuentes consultadas, tras el fallecimiento del fundador y posteriormente de su esposa, en 2010, los cinco hermanos herederos (José María, Francisco José, Luis, Alberto y Francisco Javier) han tenido siempre en mente la venta del grupo.

    En los primeros meses de su puesta en venta, los hermanos pedían unos 300 millones de euros, cifra que han rebajado ahora a la mitad. Varias fuentes apuntan a que la divergencia entre varios de los hermanos había complicado una operación de este tipo.