Empresas y finanzas

Coca-Cola resta poder a España tras poner su filial a las órdenes de Londres

  • El grupo estudia una reducción del tamaño de la empresa, con 130 trabajadores


Coca-Cola Iberia, la filial del gigante de los refrescos en España y Portugal, reducirá en las próximos meses su estructura y capacidad de decisión. La multinacional norteamericana ha decidido reorganizar todo su negocio en Europa y dividirlo en dos regiones.

En la primera de ellas, la más potente y a la que se denominará Western Europe, se integrarán España, Portugal, Alemania, Reino Unido y Francia, dependiendo directamente de Londres. En la otra, quedará el resto de países, con una potencia de ventas mucho menor. La intención de la compañía es que Coca-Cola España esté bajo las órdenes de la oficina central en Londres y que la filial se quede como una mera oficina de representación.

De acuerdo con las fuentes consultadas por elEconomista, aunque el mercado español sigue teniendo una gran importancia para la compañía, toda vez que la gestión comercial recaerá en el nuevo embotellador único, Coca-Cola Iberian Partners, carece ya de sentido que la filial siga teniendo el mismo peso que hasta ahora.

Coca-Cola España estará así bajo las directrices de Dan Sayre, hasta ahora primer ejecutivo para los países nórdicos y desde este momento nuevo responsable del negocio en el área occidental, que tendrá su sede en Reino Unido y que tiene previsto visitar además en los próximos días España para mantener una reunión en la que marcar las líneas maestras.

Tanto él como Nikos Koumettis, que llevará el resto del continente, tendrán que reportar a James Quincey, el presidente de Coca-Cola en Europa, con sede también en Londres.

Salida de Marcos de Quinto

Según las fuentes consultadas, todos estos movimientos son los que explican la salida de Marcos de Quinto, presidente hasta ahora de Coca-Cola en España y con un gran peso dentro de la compañía. La multinacional ha decidido que sea promocionado como nuevo responsable mundial de Marketing, estando pendiente ahora el nombramiento o no de un sustituto. De momento, Coca-Cola ha amortizado ya el puesto de director general, un cargo que ocupaba hasta hace un año Fernando Amenedo. En el entorno de la empresa no se descarta que no vaya a nombrarse a un nuevo presidente en sustitución de De Quinto.

"No tendría sentido, porque esas funciones han recaído ya en Dan Sayre, como primer ejecutivo del área occidental", aseguran estas fuentes. El hecho de que no se vaya a nombrar a un presidente en España es algo que, sin embargo, no está todavía confirmado. A la espera de lo que pueda ocurrir, todo el peso ejecutivo recae ahora mismo en José Luis Ruiz. Se trata del antiguo responsable de Coca-Cola Gestión, una sociedad que se encargaba de la gestión de las cuentas de los grandes clientes, que se ha integrado ahora en el nuevo embotellador.

El grupo está estudiando asimismo una posible reducción de plantilla, teniendo en cuenta que hay muchos puestos que han quedado duplicados. "Con la nueva estructura en sólo dos áreas geográficas, al contrario de lo que ocurría ahora con la división por países, no tiene sentido que haya por ejemplo un director de marketing por cada una de las filiales, por lo que seguramente haya una amortización de puestos, tal y como de hecho ha pasado ya con el cargo de director general en España", aseguran las fuentes consultadas.

El objetivo final en cualquier caso es aligerar estructura para hacer que la compañía sea más eficiente y rápida en la toma de decisiones, teniendo en cuenta que sus funciones se limitan al marketing y la publicidad y que toda la gestión comercial recae en los embotelladores. De hecho, otra de las cosas que se persigue es fortalecer a estos. En el caso español se planteó, por ejemplo, la posibilidad de que hiciera adquisiciones fuera para ir ganando tamaño.

El embotellador sale reforzado

Una de las opciones que se ha barajado en este sentido en los últimos meses es que pudiera asumir el negocio del embotellado en Alemania.

Marcos de Quinto, que abandonará su puesto en apenas un mes para marcharse a Atlanta, había anunciado también que otra de las opciones que se estaba barajando es que la nueva Coca-Cola Iberian Partners pudiera salir a bolsa.

El principal problema en cualquier caso en este momento para el grupo es acabar de cerrar el Expediente de Regulación de Empleo puesto en marcha, sobre todo después de que la Audiencia Nacional haya obligado a la compañía a readmitir a 350 trabajadores. La empresa está pendiente ahora de la resolución del Tribunal Supremo, tras la presentación de un recurso.