El gasoducto ruso South Stream cae víctima de la crisis ucraniana
SINGAPUR/LONDRES (Reuters) - El proyecto South Stream de un gasoducto de 40.000 millones de dólares ha caído víctima del hundimiento de los precios de la energía, la estancada demanda europea y del desencuentro político entre la Unión Europea y Moscú por la crisis de Ucrania.
Rusia dijo el lunes que había abandonado el proyecto para suministrar gas a Europa sin cruzar Ucrania por las objeciones de la UE, y mencionó a Turquía como su socio preferente.
Estaba previsto que el South Stream suministrase 63 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas natural al año, equivalente a más del 10 por ciento de la demanda europea, a través del mar Muerto al final de la década, consolidando el papel de Rusia como principal suministrador de la UE.
Pero el proyecto se colocó en el ojo del huracán este año por la crisis de Ucrania, que llevó a Bruselas a paralizar el proceso de autorización, aunque el gasoducto también acusó la debilidad de la demanda de gas en Europa y la caída de los precios de la energía, menoscabando las expectativas de rentabilidad.
"Creo que la probabilidad de que se construya el South Stream es ahora cercana a cero", dijo un experto en seguridad energética y económica del Internacional Institute for Strategic Studies (IISS).
South Stream necesitaría comercializar el gas a un equivalente de $9,50-$11,50 por millón de unidades térmicas británicas (mmBtu), incluyendo aranceles a la exportación del 30 por ciento. El precio medio del gas en Europa ha fluctuado este año entre los 6 y los 9 dólares por mmBtu.
La compañía pública rusa Gazprom vende la mayoría de su gas en contratos vinculados al petróleo, cuyo precio se ha derrumbado un 40 por ciento desde junio, mientras que la demanda de gas en Europa ha caído un 10 por ciento desde 2010 y los ingresos por gas de Gazprom se han hundido.
Gazprom cubre cerca de la tercera parte del gas de Europa, lo que supone el 80 por ciento de sus ingresos.