Empresas y finanzas

"Los jubilados seremos muchos... y si no tenemos rentas, se resentirá el consumo"



    Pilar González de Frutos es la voz incansable del seguro en favor de un sistema que incentive el ahorro a largo plazo para complementar la pensión pública. La presidenta de Unespa sitúa en el "buen camino" los últimos cambios fiscales, pero aboga por abrir el debate a la sociedad para acometer una reforma que, de no abordarla, arriesgaría el bienestar de los futuros jubilados y lastraría la marcha misma del país.

    Si hubiese que explicar de manera sencilla la reciente reforma fiscal en pensiones, ¿cómo lo haría?

    En el sector asegurador y vinculado al impuesto de la renta, hay dos posibilidades: un buen tratamiento fiscal al inicio del producto o al finalizar su vida. En el diferimiento fiscal se ha producido una rebaja en los límites de aportación anual a los sistemas de pensiones (de 10.000 a 8.000 euros).

    En el otro lado se crean dos productos de bastante transcendencia para el bienestar social. El más importante es el diseñado para los mayores de 65 años. Si cogen elementos de su patrimonio (un cuadro de valor, un piso, un fondo de inversión...), los venden y con ese dinero compran una renta vitalicia hasta 240.000 euros, las plusvalías generadas al enajenarlos quedan exentas.

    Creo que será de enorme ayuda para facilitar que las generaciones actuales y futuras de mayores puedan tener renta para seguir disfrutando cierto nivel de vida y podamos mantener la evolución de la economía. Porque dentro de pocos años, muchos consumidores seremos jubilados y si no tenemos rentas, el consumo del país se va a resentir mucho. El otro producto es de ahorro a cinco años, cuya rentabilidad queda exenta si va a una renta vitalicia.

    ¿Es suficiente para resolver el problema de las pensiones?

    El problema está vinculado a nuestra demografía y eso no se corrige con facilidad, ni en poco tiempo. A las personas jubiladas tenemos que sustentarlas las que trabajamos, con los impuestos. Y esa relación se deteriora porque vivimos cada vez más años y las pensiones son superiores. Esto es como los transatlánticos: no se les puede hacer girar bruscamente y en un corto espacio, porque se pueden romper.

    Las últimas reformas capitaneadas por Gobiernos de distinto color han ido en la buena dirección. ¿Está con eso terminado todo? Probablemente no. En los países donde se han producido cambios teniendo un sistema de puro reparto como el nuestro, donde a veces, si me permites la broma, repartimos más de lo que se tiene; han ido a principios de transparencia y de correlación entre las aportaciones de un cotizante y las prestaciones.

    Cuando la transparencia y contributividad es plena, estamos ante un sistema de cuentas nocionales; probablemente será un paso que tendremos que dar en algún momento.

    ¿Cuándo?

    Cuando la sociedad quiera, porque este es un tema que no puede ser solo de debate de expertos o políticos, tiene que ser un debate social.

    ¿Sirve de algo comunicar sólo a los mayores de 50 años qué pensión tendrán, como hará la Seguridad Social, siendo su capacidad de ahorro baja y no hacerlo con los de 30?

    Pero hay que empezar... Entonces seremos más conscientes de la realidad a la que nos vamos a tener que enfrentar y podremos tomar decisiones informadas sobre si con esa pensión será suficiente o no para mantener el nivel de vida.

    Si ves que no tendrás pensión te llevas el susto, ¿pero sirve con 50?

    No es verdad, algo de pensión vamos a tener siempre, porque hay garantía constitucional para ello. Otra cosa es cuál sea el nivel que podemos esperar que estén dispuestos a pagarnos los que van a trabajar cuando seamos jubilados, porque ese es el planteamiento.

    Si alguien tiene que cotizar para mí por un importe superior a su salario buscará ambientes laborales donde su cotización no sea tan exigente. Eso hará mella y mucha en el propio sistema. No se puede llegar a esos extremos. Hay que tomar decisiones con mucho plazo, para que nadie se vea sorprendido en sus expectativas.

    ¿Ha inhibido la contratación el decretazo que quitó la desgravación en las cotizaciones a los seguros de salud y planes de pensiones?

    Si no han inhibido o impedido operaciones, desde luego lo que no hacen es facilitarlas. Y en este país si algo necesitamos son soluciones colectivas, porque donde se puede generar ahorro es vinculando la decisión de ahorrar a la fuente de renta. Esa parte -la previsión social colectiva empresarial- está sin hacer.

    Tenemos trabajadores de dos categorías: los del sector financiero, multinacionales y antiguas empresas públicas, que sí disfrutan de estos sistemas. Pero el 80% de los empleados están en pymes, donde no hay prácticamente nada, y esta medida no ayuda en absoluto.

    Hay alertas de que se deja en infraseguro a clientes que compran pólizas inadecuadas por aquello de bajar precio quitándole capas...

    La competencia no debería ser incompatible con la buena venta. Si un cliente quiere abaratar limitando coberturas tiene que ser consciente de que una franquicia significa que esos euros los paga de su bolsillo y no los cubrirá el seguro.

    Se espera que los mayores requerimientos del Baremo y Solvencia II desencadenen un proceso de concentración. ¿Comparte la opinión?

    Solvencia II subirá un poco el requerimiento de capital y aún así seguiremos teniendo recursos sobrantes. Es más el impacto de todos los temas de gobernanza, y creo que será un esfuerzo de adaptación, pero tampoco como para impedir la continuidad de modelos de negocio.

    En cuanto al baremo habrá quien lo pueda asumir, coja el impacto y se lo lleve a su cuenta y balance, y continúe con la misma política de precios y otros que, si no pueden asumirlo, lo trasladen. Pudiera ser que algunos tomaran decisiones diferentes en relación con su continuidad o no en el mercado. Se ha hablado de concentración del mercado durante décadas y aquí sigue.

    ¿Y va a seguir?

    Dependerá de las decisiones que cada uno tome. No tenemos sensación de que esto vaya a conducir a una reducción significativa del número de operadores a corto plazo.

    ¿Cómo va el negocio en el sector?

    Este sector es mucho más estable que otros. En el 2008 no mostró unos síntomas tan evidentes de caída de negocio como otros y lo mismo ocurrirá en la salida. Tendremos una recuperación suave y un poco retardada frente a otros sectores, porque necesitamos que las familias y las empresas hayan recuperado su renta para que compren productos.

    Se ha producido una reducción del negocio, pero hemos mantenido muy estables otras magnitudes, como el empleo, siendo un sector rentable. En este momento todo puede ir un poquito mejor, pero no habrá cambios espectaculares.