Empresas y finanzas
Espírito Santo usó fondos de clientes para comprar bonos propios en abril
- La gestora dice que desconocía "la magnitud del tsunami"
- El fondo 'Fonplazo 2015' se deja el 7% en solo seis meses
El banco luso Espírito Santo usó recursos de uno de los fondos que gestiona para comprar bonos de Espírito Santo Financiere, una de las filiales del grupo financiero. Un fondepósito fue renovado como un fondo de rentabilidad objetivo, entre cuyas inversiones figuran un bono de Espírito Sato Financiere al 5,25%, con vencimiento más allá de la fecha objetivo del fondo. Poco después de haber hecho este cambio se conoce que la matriz del grupo está " en una situación financiera comprometida".
Nuevos rumores sobrevuelan Espírito Santo. Esta vez, la voz de alarma la ha dado un fondo que comercializa la gestora en España, el ESAF Fonplazo 2015. Un producto que nació como un fondepósito (Fondepósito V) pero que el pasado mes de abril fue renovado en una IIC de gestión pasiva (fondo de rentabilidad objetivo) que en los últimos seis meses ha caído un 6,6%, entre otras cosas, por invertir en bonos del grupo luso, ya suspendido de cotización. Desde abril, su patrimonio ha pasado de 27 a 21 millones de euros.
Se trata de un fondo de rentabilidad objetivo con vencimiento en abril de 2015, "que tiene un objetivo de rentabilidad no garantizada en el folleto del 1,5%", indican desde la gestora de Espírito Santo. Invierte su cartera en pagarés y depósitos, con fecha de vencimiento 9 de abril de 2015.
Solo con una excepción, un bono de Espírito Santo Financière al 5,25% que vence el 12 de junio de 2015, más allá de la fecha objetivo del fondo, al contrario que los demás títulos en cartera, que lo hacen unos días antes del plazo. El BES perdió en España un tercio de sus depósitos el mes de su rescate.
Según Javier Sáenz de Cenzano, director de Análisis de Fondos para Morningstar en España y en Italia, ésta "es claramente una posición de mayor riesgo que el resto de inversiones del fondo; no tiene mucho sentido en un producto así invertir en bonos que venzan más allá de la fecha objetivo, al margen del riesgo de crédito en el que se incurrió al invertir en este emisor concreto". Y es que poco después de hacerlo, KPMG publicó que la matriz se encontraba en una "situación financiera comprometida" desde hace meses.
"En este caso, creo que la firma gestora debería explicar si había o no una tesis sólida para invertir en dicho bono en un fondo como este, porque el daño para los ahorradores ha sido grave", reclama De Cenzano.
El inversor, el más penalizado
Desde la gestora de Espírito Santo admiten que "es cierto que este producto ha tenido una penalización por el bono, y su rentabilidad se ha visto afectada por ello". No en vano, argumentan que se trata de una inversión justificada, en el momento de la composición de la cartera, por el precio y el cupón".
Además, aseguran que en una IIC de gestión pasiva "puedes elegir casi a medida las inversiones en depósitos y pagarés, pero no en bonos. Tienes que ver los que hay en el mercado y si más o menos te cuadran por fechas". Y sobre el riesgo de esta inversión, sostienen que en el momento de la compra "era absolutamente desconocida la magnitud del tsunami que iba a venir", exponen.
Fuentes del mercado que prefieren no ser citadas insisten en que "desde el punto de vista ético, podría considerarse inaceptable que una entidad tratara de salir de una situación financiera difícil, imponiendo entre los partícipes de sus fondos la inversión en emisiones propias con potencial de evolución, cuando menos dudoso".
La semana pasada The Wall Street Journal alertaba de supuestas "prácticas de contabilidad inusuales del grupo Espírito Santo y su fuerte dependencia de la venta de la deuda a los clientes del banco". Y de que otro fondo que se comercializaba en Portugal, ES Liquidez, tenía un porcentaje importante de su cartera en la matriz (un 80%).
"Si se confirma lo que ha aparecido en prensa sobre la supuesta práctica en algunos fondos de inversión de la gestora de Espírito Santo de financiar a su firma matriz, nos parecería una práctica terrible. Significaría estar usando el dinero de los partícipes de los fondos, de los inversores que confían su dinero en ellos como guardianes fiduciarios de su capital, para solucionar un problema de financiación de su compañía matriz", alerta De Cenzano.
El experto, continúa diciendo: "ESAF Fonplazo 2015 podría haber incurrido en esto y nos gustaría recibir una explicación por parte de la firma gestora y una investigación por parte de la CNMV", surigere a este respecto.
Una posición de alto voltaje
Según datos de Morningstar, esta posición en cartera habría pasado de un 8,19% a 30 de abril 2014 a un 1,4% actual. No en vano, se trata de una "minusvalía por la valoración del bono", explican desde la gestora, no de una reducción de la posición, ya que "es un fondo cerrado porque tiene un horizonte de vencimiento".
En cualquier caso, esto ha supuesto una fuerte pérdida para los inversores en este producto. "Los eventos posteriores, con la protección de acreedores solicitada por la entidad emisora del bono (Espírito Santo Financial Group), han dañado enormemente la rentabilidad del fondo y han puesto de manifiesto el elevado riesgo que asumía con esa posición", dice De Cenzano. De hecho, a raíz de este evento, la gestora ha elevado el perfil inicial de riesgo del fondo de 3 a 5, en una escala del 1 al 7. No en vano, hasta 12 vehículos más que comercializa la gestora invierten en bonos de Espírito Santo -ver gráfico-.
El riesgo del fondo aumenta a 5 sobre 7
El fondo 'Fonplazo 2015' ha escalado en unos meses dos puestos en la escala de riesgo, del 3 al 5. Los fondos están catalogados con una escala numérica que mide la rentabilidad/riesgo de sus productos. Esta escala refleja en el escalón más bajo (1) el menor rendimiento/riesgo, hasta el mayor rendimiento/riesgo (7); sin que el 1 signifique que la inversión está libre de riesgos.
Esta información está visible en el DFI (Datos Fundamentales para el Inversor), es decir, el documento informativo del fondo que sustituye al folleto simplificado. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), por su parte, ha puesto en funcionamiento una escala cromática para clasificar el riesgo de cada producto financiero, en función del tipo de inversor.