Empresas y finanzas

El Estado paga cara su apuesta por el AVE: la deuda de Adif se dispara el 12%

  • Las previsiones para el gestor en 2015 superan los 18.670 millones de pasivo


La apuesta por el AVE el próximo ejercicio le saldrá cara al Estado. La inversión reflejada en los presupuestos de 3.561 millones para las obras de alta velocidad anunciadas por la ministra de Fomento tendrá un impacto directo en las cuentas del grupo Adif, que disparará su deuda un 12%, hasta superar los 18.673 millones de euros, según recogen los Presupuestos Generales del Estado de 2015 presentados la semana pasada.

La cifra supera, incluso, los 17.891 millones de euros de deuda que alcanzará el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), por lo que el grupo Adif se convertirá en la empresa o la entidad pública más endeudada. Los 18.673 millones de euros provienen de sumar la deuda estimada de Adif para 2015 (1.308 millones de euros) y de Adif-Alta Velocidad (17.365 millones de euros).

Desde el pasado 31 de diciembre de 2013, el gestor público de las infraestructuras ferroviarias se separó en dos empresas (Adif y Adif-Alta Velocidad) con el objetivo de que la deuda de la compañía no compute en déficit del Estado. El Gobierno ideó este sistema para sanear las cuentas y hacer frente a la nueva normativa europea.

Así, una empresa engloba las líneas de alta velocidad en servicio, en construcción y proyectadas (Adif Alta Velocidad). A esta compañía se le imponen las nuevas normas contables europeas, que dictan que, al menos, el 50 por ciento de los gastos operativos tienen que estar cubiertos con fondos procedentes del mercado.

Por su parte, la segunda sociedad (denominada Adif) sólo gestiona la red convencional, por lo que puede nutrirse de aportaciones del Estado por encima del 50% de sus gastos operativos, y no necesita cumplir la condición anterior.

Emisión de bonos

En definitiva, la alta velocidad no recibe apoyo presupuestario, mientras la red convencional, que en muchos casos se utiliza para las líneas denominadas OSP (Obligaciones de Servicio Público) y las Cercanías, vive en gran parte de las cuentas públicas. Por esa razón, y para no financiarse con aportaciones del Estado, Adif Alta Velocidad ha lanzado una campaña de emisiones de deuda para captar financiación más allá de las arcas públicas.

Ya realizó con éxito una primera en Dublín de 1.000 millones de euros y, según confirman fuentes oficiales de la empresa, antes de que finalice el ejercicio lanzará otra entre 600 y 1.000 millones de euros, pero en esta ocasión lo coordinará desde Madrid. No hay que olvidar que el Ministerio de Hacienda dio luz verde para que Adif Alta Velocidad pudiera captar del mercado hasta 2.800 millones de euros.

El objetivo de esta financiación en los mercados es atender a los vencimientos de la deuda y a financiar parte de la millonaria inversión que anunció el Ministerio de Fomento, que en los próximos presupuestos ha puesto el foco en el ferrocarril. Además de los ya comentados 3.561 millones de euros que invertirá en alta velocidad, también hay asignados otros 1.638 millones de euros en otras áreas del negocio ferroviario.

En total, el tren acapara 5.199 millones de euros de la inversión del grupo Fomento, un 54% del total, seguida muy de lejos por carreteras, con una asignación de 2.194 millones de euros, el 23%.

Las previsiones de deuda de 2014 de Adif (cuando todavía no se habían separado las dos empresas) eran de 16.686 millones de euros, por lo que en un ejercicio el pasivo se disparará en casi 2.000 millones de euros (exactamente 1.987 millones de euros).

Austeridad en otros casos

Esta tendencia de crecimiento contrasta con otras empresas públicas que están apostando por todo lo contrario: reducir su deuda a marchas forzadas. El ejemplo más evidente es el grupo Enaire (que incluye los activos de Aena).

La salida a bolsa del 49% de la compañía ha venido precedida de varios ejercicios de austeridad y contención de gastos que, entre otras cuestiones, han repercutido en la amortización de la deuda. Según las estimaciones de los Presupuestos Generales del Estado 2015, el Grupo Enaire finalizará el ejercicio con una deuda de 10.638, cifra que supone una reducción de casi el 12 por ciento (1.426 millones menos) respecto del pasivo con el que debería finalizar en 2014: 12.064 millones de euros.

Otra entidad pública que también reduce su deuda será Puertos del Estado, que prevé finalizar 2014 con un agujero económico de 2.886 millones de euros, cifra que se reduciría un 6% (hasta los 2.710 millones) en el siguiente ejercicio.

La sociedad presidida por José Llorca, además de disminuir su pasivo paulatinamente ha conseguido ser rentable, algo de lo que no pueden presumir ni Adif, ni Adif Alta Velocidad.

Si para 2014 prevé ganar 137 millones de euros, las estimaciones para el próximo ejercicio aumentan en 152 millones de euros, casi un 11 por ciento más. En el caso de Enaire, el beneficio neto se dispararía un 44 por ciento en 2015, hasta los 629 millones de euros.