Aconsejan controlar síntomas gastrointestinales cuando se prueban terapias en niños autistas
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los ensayos clínicos demedicamentos para tratar los trastornos de conducta en niñosautistas deberían incluir el control de los síntomasgastrointestinales (GI) comunes en muchos de esos pacientes,según publica un equipo en The Journal of Clinical Pharmacology.
El equipo de la doctora María Valdovinos, de la DrakeUniversity en Des Moines, Iowa, también recomienda que losmédicos que les recetan medicamentos a niños autistas tambiéndeberían tener en cuenta esos síntomas.
Mientras que la relación del autismo con los síntomas GI"siempre estuvo en debate", según aclaran los investigadores,"existe un consenso generalizado de que esos síntomas existen enun subgrupo de niños autistas".
Y algunos especialistas piensan que están asociados con lasautolesiones, la agresión y otras conductas problemáticas.
Independientemente de si los síntomas GI y los trastornos deconducta están asociados, los autores señalan que esos síntomasafectan la absorción y la biodisponibilidad de los fármacosutilizados para tratar los problemas de conducta.
"En la práctica, cuando se recetan medicamentos de uso oralpara los TEA, se desconoce cuánto saben los médicos sobre cómolos trastornos GI pueden influir en la absorción de ciertosfármacos", escribe el equipo de Valdovinos. "Esa podría ser unode muchos motivos de la baja respuesta, o el fallo de lostratamientos orales en esa población que podría inducir lapolifarmacia".
Una revisión de datos de registros había revelado que al 35por ciento de los niños autistas se les receta por lo menos unpsicotrópico y que el 9 por ciento utiliza tres o más de esosfármacos.
"Nuestro comentario apunta más a tratar de que cada vez máspersonas exploren esta cuestión porque no existen estudios sobrecómo los síntomas GI influyen en la acción de los medicamentospara tratar una gran cantidad de estas conductas en los niñoscon autismo", dijo Valdovinos por vía telefónica.
"La FDA aprobó algunos medicamentos, como Risperdal, pero enlos estudios utilizados no se controlaron los síntomas GI".
Antes de recetar o ajustar los medicamentos para tratarproblemas conductuales en niños autistas, la autora aconsejódeterminar si los pacientes tienen complicaciones GI y, si esasí, asegurarse de que esos síntomas estén controlados.
"Debería existir un enfoque más holístico para evaluar losfármacos y el efecto de las modificaciones conductuales antes derealizarle cualquier cambio al tratamiento", dijo Valdovinos.
"La respuesta a los fármacos pueden variar tanto que lo quesería efectivo en un niño no lo sería en otro. Hasta que podamosidentificar las causas de esa variabilidad, es difícil decir siun fármaco es el mejor para los síntomas autistas", agregó.
Y si los síntomas GI modifican la respuesta a las terapiasde uso oral, Valdovinos consideró que esos productos podríanadministrarse de otras formas, como, por ejemplo, un spray nasalo un parche.
FUENTE: http://bit.ly/1tP3KVZ