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Glaxo y Tekmira aventajan al resto de laboratorios en la lucha contra el Ébola

  • La británica probará su vacuna en humanos en los próximos meses
<i>Imagen: Efe</i>


En un momento en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía que el número de infectados con el virus del Ébola podría superar las 20.000 personas en todo el mundo, parece que la farmacéutica GlaxoSmithKline ha conseguido lo que otros laboratorios como Johnson & Johnson, Bavarian Nordic o Profectus Biosciences todavía tardarán en conseguir varios meses: probar en humanos su vacuna experimental contra la enfermedad.

Como ya adelantó la semana pasada el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), la vacuna de GSK será suministrada a mediados de septiembre a voluntarios saludables en Gran Bretaña y Estados Unidos para posteriormente extender su programa hasta Gambia y Mali. En estos momentos, el número oficial de víctimas mortales del virus en Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria asciende a 1.552, mientras que el número de personas infectadas suma ya 3.069.

El Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de la NIH también planea pruebas en humanos de una vacuna desarrollada por científicos del Gobierno canadiense, que fue concesionada a NewLink Genetics. Los ensayos anunciados reclutarán a voluntarios saludables con el objetivo de determinar si la vacuna es segura y si provoca una respuesta inmune protectora.

El objetivo es completar esas pruebas a finales de este año, después de lo cual las vacunas podrían ser distribuídas a medida que surjan nuevos brotes. Sin embargo, otras compañías con vacunas y tratamientos potenciales contra el Ébola siguen acaparando la atención del mercado, ya que los desarrolladores se enfrentan a una creciente presión para acelerar la investigación sobre nuevas soluciones médicas.

Crucell, unidad de negocio de Johnson & Johnson, trabaja también mano a mano con el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de la NIH en busca de una vacuna que podría estar lista para ser probada en humanos entre 2015 y 2016. Este medicamento experimental está diseñado para defenderse de la fiebre hemorrágica de Marburg, cuyo virus procede de la misma familia que el Ébola.

Por su parte, la danesa Bavarian Nordic ya recibió en 2012 un contrato con el gobierno de EEUU por valor de 17,9 millones de dólares (13,6 millones de euros) para continuar desarrollando su vacuna contra la viruela Imvanex. Este medicamento ha sido 100 por cien efectivo en la protección contra el Ébola y el virus de Marburg en primates no humanos. La inyección anti-filovirus de Imvanex podría entrar en su primera fase de pruebas clínicas a este lado del Atlántico en 2015.

Otras compañías, como Profectus Biosciences, en manos privadas, han probado su vacuna en primates tres semanas después de estar expuestos al virus del Ébola a través de una sola inyección intramuscular. Los resultados probaron que todos los individuos quedaron protegidos contra la enfermedad, de ahí que la compañía intente comenzar sus pruebas en humanos en los próximos doce meses.

Tratamiento para infectados

No sólo las vacunas son objeto de atención por parte de los inversores. Los tratamientos para pacientes ya infectados también se han convertido en los caballos de Troya de algunas compañías, como la canadiense Tekmira Pharmaceuticals Corp. La Agencia de Fármacos y Alimentos de EEUU (FDA por sus siglas en inglés) ha permitido el uso experimental de su medicamento en pacientes infectados por la enfermedad de Ébola tras las dudas iniciales generadas por la seguridad del tratamiento.

De hecho, la prensa británica sugiere que multinacionales como Shire o la propia GlaxoSmithKline podrían estar interesadas en hacerse con la canadiense, en un momento en que sus acciones casi alcanzan los 20 dólares (15,22 euros). Algunos expertos apuntan a que un intento de compra podría poner un precio bursátil a Tekmira de hasta 40 dólares (30,44 euros) por título.

Dicho esto Tekmira registró unos ingresos de 4,4 millones de dólares (33,48 millones de euros) durante el año fiscal que terminó el pasado 31 de marzo de 2014. Si comparamos ésto con el posible valor bursátil que barajan algunos analistas ante una posible compra, es evidente que la euforia por encontrar medicamentos para combatir el Éboha hinchado las expectativas.

A día de hoy no existe un mercado permanente lo suficientemente grande para un medicamento contra el Ébola. Las ventas potenciales podrían ser puntuales, sobre todo a agencias gubernamentales en busca de almacenar un fármaco para tratar la enfermedad.

El verdadero beneficio relacionado con el Ébola llegará de mano de las vacunas como las que ya desarrollan tanto GSK como NewLink Genetics.