Empresas y finanzas
El concurso del primer accionista del BES apremia a buscar inversores
- El Banco de Portugal confirma el interés de varias entidades
Jornada de vértigo en Lisboa. El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, urgía la entrada de nuevos accionistas en el Banco Espírito Santo (BES) por la mañana y a última hora de la tarde se declaraba en concurso de acreedores el holding de su mayor accionista, eventualidad temida por el potencial impacto en el banco.
El Espírito Santo Internacional (ESI), sociedad donde la saga familiar que le dio el nombre aloja su propiedades -entre ellas el 20,1 por ciento del BES-, da el paso para reestructurar la deuda. A fin de evitar apuros y que el proceso sea ordenado, la compañía ha solicitado la administración controlada en Luxemburgo, donde aloja su sede, informó ayer Bloomberg.
La situación puede no ser inocua para el BES, zarandeado fuertemente en bolsa en los últimos días por temor a que la atribulada situación del accionista le pase factura. Y es que el banco, que no ha generado los problemas que le atenazan, tiene 1.800 millones en exposición a las filiales del emporio, totalmente garantizadas. Pero su impago, sobre el que han alertado Moody's y Standar&Poor's, podría ser ahora un riesgo real.
Ante esta eventualidad y de manera preventiva, el refuerzo del capital del BES para que pueda encajar deterioros cobra fuerza.
El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, ha defendido la solvencia del banco en los últimos días, pero también deslizó la existencia de accionistas con interés inversor. En su comparecencia en la Asamblea de la República portuguesa dio ayer un paso más.
El responsable del organismo superviso subrayó la importancia de que se encuentre una rápida solución a la crisis del BES y apostó por una reestructuración del accionariado con aceleridad: "El BES necesita una nueva estructura accionarial lo más rápido posible".
El Gobierno de Lisboa se ha cerrado en banda a inyectar recursos públicos, aún cuando tiene margen porque le quedan sin utilizar 10.000 millones del talón prestado por Europa. Como el organismo supervisor, la apuesta del Ejecutivo es por una solución privada, y aquí Costa desveló la existencia de fondos y bancos extranjeros dispuestos a invertir.
Los apuros financieros del imperio dificultan que la saga familiar acuda a una ampliación de capital. La solución pasa con muchas probabilidades por la toma de posición de fondos -Apollo y KKR ya han apuntado el interés- y otras entidades financieras. El supervisor habría sondeado al Banco Santander Totta, al BCP y BPI para ocupar el lugar de la familia Espírito Santo. La prensa lusa subía ayer hasta cinco el número de bancos el deseo de entrar.
En su intervención parlamentaria Costa defendió la labor del supervisor y explicó que si la contabilidad del BES presentara irregularidades, "será difícil para el Banco de Portugal detectar los problemas", ya que trabaja desde la "confianza en las cifras facilitadas por la entidad".