Empresas y finanzas
Los cinco grandes retos a los que se enfrentan las españolas Meliá y NH
La crisis ha dejado ver muchas de las debilidades del sector hotelero español heredadas de los años locos de España en las que fluía el dinero extremadamente barato. Grandes deudas, mucha inversión en ladrillo y activos poco rentables han abocado a las compañías españolas a diseñar en tiempos de crisis planes estratégicos con un objetivo claro: limpiar los balances para volver a ser rentables o, en su defecto, para crecer en el exterior con una mayor salud financiera.
Meliá y NH, las dos hoteleras españoles cotizadas, son un buen ejemplo. La primera de ellas pasa la crisis llevando su formato de sol y playa por el extranjero para salvar sus resultados y ser cada vez menos dependientes de España, mientras que NH sigue en números rojos por el deterioro del negocio urbano y con importantes cambios en su estructura accionarial. Fuentes consultadas por elEconomista aseguran que éstos son los grandes retos a los que se enfrentan estas dos cadenas hoteleras:
Desarrollo internacional
Aunque Meliá está presente en 40 países y sólo el 15% del beneficio operativo procede de España, la hotelera tiene previsto añadir 60 hoteles más al portafolio en un plazo de dos años de los que el 99% de las habitaciones pendientes de incorporar serán fuera de nuestras fronteras. "Nuestra expansión internacional nos permitirá a medio plazo dar un salto cualitativo en nuestros resultados", dijo Gabriel Escarrer, presidente de la cadena, en la última junta de accionistas. Y, por el momento, los números le acompañan. Meliá cerró el primer trimestre doblando el resultado del año pasado con un beneficio de 8,2 millones y las estimaciones de los expertos anticipan que ganará 36 millones en 2014.
Europa y Latinoamérica son las zonas en las que NH tiene puesto el radar. Esto explica que las únicas dos aperturas que hizo en el primer trimestre fueran en Holanda (Nhow Rotterdam) y en Cuba (NH Capri La Habana). NH pretende incorporar 72 nuevos hoteles en mercados estratégicos durante los próximos cinco años gracias al Plan Estratégico con el que la hotelera espera conseguir "una mejor situación" para ampliar su presencia en países como México, Colombia y Chile, donde tiene ya 12 hoteles en el primer caso y con un establecimiento en las otras dos zonas.
Desinvertir para reducir deuda
El desarrollo internacional de las dos compañías compensará las desinversiones que hagan en activos no estratégicos. El objetivo de NH es cerrar entre 30 ó 40 hoteles en tres años y cumplir con su compromiso de vender activos por unos 120 millones de euros en 2014 para reducir su deuda que en 2013 ascendió a 745 millones de euros. Sólo en el primer trimestre del año salieron cinco hoteles del grupo (cuatro de ellos de España y el otro de Francia) y hace dos semanas vendió el NH Amsterdam Centre por 52,4 millones de euros que le reportó unas plusvalías de casi 4 millones. A pesar de soltar lastre el consenso de analistas prevé que NH siga siendo también este año la hotelera más apalancada de Europa y EEUU. Los expertos estiman una deuda de 732 millones para 2014 y un ebitda de 136 millones.
En el caso de Meliá el compromiso es reducir deuda por rotación de activos por valor de entre 100 y 125 millones mediante la conversión del bono convertible por importe de 200 millones que vence en diciembre y por la generación de negocio. El consenso de analistas sitúa la deuda de la mallorquina en 866 millones de euros en 2014, frente a los más de 1.000 millones del año pasado, y su ebitda en 243 millones.
Reforzar el segmento del lujo
Las cadenas españolas deben prepararse para la llegada de un turista con mayor poder adquisitivo procedente de países emergentes como China y Rusia. No es de extrañar por tanto que Meliá anunciara hace unas semanas que operará un nuevo complejo turístico de lujo en México con la marca Paradisus y que NH trate de fomentar los Nhow y NH Collection en detrimento de las firmas económicas.
El plan de Meliá es que el 42% de las habitaciones pertenezcan al segmento de media gama, frente al 52% que representaba en 2012, y que el segmento upscale pase del 36 al 45% y el Premium, del 12% de 2012 al 13%.
Apostar por gestión o alquiler
Las dos hoteleras están apostando por estrategias poco intensivas en capital para seguir creciendo sin necesidad de dañar sus números. Frente al hábito del pasado de comprar hoteles en propiedad, tanto Meliá como NH están decantándose principalmente por la gestión y por otras fórmulas como el de la franquicia y el alquiler. El objetivo de Meliá, por ejemplo, es reducir la propiedad desde el 23% actual al 15% e incrementar la exposición a contratos en gestión y franquicia hasta el 67% (actualmente tiene el 5% en régimen de franquicia y el 52% en gestión).
Asimismo los planes de futuro de la compañía siguen por esta línea, ya que de los 58 hoteles que tiene a día de hoy en su plan de desarrollo el 84% estarán explotados en gestión y franquicia y el 16% en alquiler variable.
NH, por su parte, tiene unos 210 hoteles arrendados, 82 en propiedad, 76 en gestión y ocho en franquicia y su objetivo es crecer principalmente por la vía de la gestión. Y es que entre 2008 y septiembre de 2013 la gestión pasó de representar el 13% de las habitaciones al 23%. La compañía asegura que su objetivo es salir de hoteles en alquiler con rentas altas, dejar contratos de gestión no rentables.
Renovar su planta hotelera
Los expertos consultados por elEconomista creen que también es necesario reposicionar los destinos más maduros para resultar competitivos ante toda la oferta que está entrando en España. NH tiene previsto invertir unos 225 millones para actualizar los hoteles más obsoletos, mientras que Meliá ha invertido en reformas y mantenimiento entre 45 y 50 millones de euros al año.