"Hay que reducir la intervención del Gobierno en el sector eléctrico"
El doctor en Economía por la Universidad de Oxford David Robinson visitó recientemente España para presentar el informe Análisis comparativo de los precios de la electricidad en la Unión Europea, donde critica el exceso de intervencionismo de los diferentes gobiernos.
En España el coste de la electricidad se encuentra entre los más elevados de Europa. ¿A qué cree que se debe este hecho?
En gran parte, se debe al incremento de los impuestos, gravámenes y cargas que financian diversas políticas públicas. Además, los precios eléctricos incluyen una compensación para el coste reconocido de la electricidad fuera de la Península Ibérica y los costes de financiar el déficit de tarifa.
¿Cree que Bruselas ha medido bien las consecuencias de sus políticas energéticas?
Creo que sabían que la política de apoyo a las energías renovables iba a incrementar los costes de la electricidad, pero no se imaginaban que los costes iban a ser tan altos. Tampoco se esperaban que las energías renovables tuvieran un impacto tan importante en el funcionamiento de los mercados eléctricos.
¿Qué opina sobre los requisitos medioambientales que han hecho perder competitividad a la industria y a la vez han encarecido el recibo de la luz?
Apoyo el objetivo de reducir las emisiones de CO2. El impacto sobre la competitividad de la industria sería menor si las políticas consiguieran su objetivo de forma más eficiente; para esto, creo que la clave es utilizar mecanismos de mercado en vez de la intervención del estado en la selección de las tecnologías bajas en carbono.
¿Cómo pueden los diferentes Estados miembros corregir los errores políticos en materia energética?
Hay una contradicción entre dos de las políticas de la UE. Por una parte, está el mercado eléctrico liberalizado, donde la inversión está financiada por los ingresos esperados en los mercados eléctricos. Por otra, está la política sobre cambio climático en donde los Gobiernos intervienen en la selección de las tecnologías bajas en carbono y su financiación. No se pueden mantener estas dos políticas al mismo tiempo; el mercado liberalizado no tiene sentido cuando las decisiones fundamentales y los precios se determinan fuera del mercado.
¿Cómo valora las medidas de retroactividad adoptadas por el Gobierno español?
Entiendo la necesidad de reducir y finalmente eliminar el déficit de tarifa sin provocar un alza del recibo. Pero me preocupa la introducción de las medidas, no sólo por la imagen de retroactividad y el posible impacto sobre futuras inversiones en diferentes sectores de la economía, sino también porque implica una intervención estatal muy compleja y de muchos años en el sector.
En España los Presupuestos Generales del Estado están muy ajustados como para asumir costes del sector eléctrico, ¿cuál es su receta para ayudar al Gobierno a corregir el desfase en el sector eléctrico?
No hay una solución mágica. Si vuelve el crecimiento de la demanda eléctrica, se facilitaría el pago del déficit acumulado y la eliminación de futuros déficits. No obstante, una parte de la solución sería por medio de la reforma fiscal que el Gobierno está estudiando, de forma que algunos de los costes de las políticas públicas se recuperen a través de los presupuestos generales o con nuevos impuestos medioambientales que afecten a todas las energías.
¿Cree en la liberalización del sector eléctrico cuando se trata de un bien esencial?
La liberalización se introdujo porque la experiencia anterior con los monopolios regulados era negativa (costosa). Es razonable preguntarse si los mercados han funcionado tan bien como se esperaba. La competencia no puede operar eficientemente si el gobierno interviene de forma frecuente, por ejemplo, para determinar el mix de generación y los precios finales, y para financiar las políticas públicas. Hoy, sólo el 40 por ciento del precio final está sujeto a la disciplina de la competencia.
A su juicio, ¿qué país ha conseguido una planificación energética adecuada con la calidad del suministro y a la vez sostenible?
No hay un sistema eléctrico perfecto. Si hablamos de planificación energética, algunos sistemas de los EEUU y Francia, entre otros, han tenido éxito, ofreciendo una buena calidad de suministro y sostenibilidad económica. Pero hemos visto en muchos casos que los costes de planificación e intervención gubernamental pueden ser altos.
¿Cómo valora que los diferentes Gobiernos ayuden a su sector industrial a través del recibo de la luz? ¿Cree que es discriminatorio con respecto al resto de consumidores?
En la mayoría de los países, los consumidores industriales pagan menos que los residenciales. En parte, esto refleja una diferencia de costes. No obstante, las diferencias también se deben a decisiones políticas sobre el reparto de los costes, sobre todo los costes de la política pública. En algunos casos, el reparto es muy transparente. En otros países, como en España, el reparto es menos transparente.
¿Cree que los usuarios realmente vulnerables están protegidos como para tener garantizado el acceso a la electricidad? ¿Cómo se debe regular la pobreza energética? ¿Quién debe cargar con este coste?
Definir quién debería recibir apoyo para afrontar la pobreza energética es una decisión política. Mi recomendación en cuanto a la manera de apoyar a estos usuarios vulnerables sería hacerles transferencias directas (a través del sistema fiscal y financiado por los presupuestos generales) que les permitan asumir sus costes eléctricos.
Las eléctricas y la gran industria cuestionan la validez de las encuestas de Eurostat, ¿cree que son válidas estas estadísticas sobre los precios de la luz de los diferentes Estados?
Actualmente, los datos de Eurostat crean confusión. No sólo hacen difícil la comparación, sino que lleva a conclusiones erróneas, como que la distribución en España es la más cara de la UE.
¿Tiene España unos costes de distribución por debajo de la media europea tal como denuncian las compañías?
Los datos de Eurostat han creado confusión al respeto, como acabo de explicar, pero basándome en sus datos estos costes parecen estar muy por debajo de la media europea.