Empresas y finanzas

El final del tira y afloja: AstraZeneca dice 'no' a la oferta mejorada de Pfizer



    La farmacéutica británica AstraZeneca ha rechazado hoy la oferta de adquisición presentada por la estadounidense Pfizer, que valora a la empresa en 69.000 millones de libras (82.800 millones de euros) y que, según había especificado el laboratorio estadounidense, era la última que presentaba.

    En un comunicado remitido a la Bolsa de Valores de Londres, AstraZeneca señala que la propuesta de Pfizer de 55 libras (66 euros) por acción, que supone un incremento del 15% con respecto a la anterior, no valora lo suficiente a la empresa, por lo que el consejo de administración la ha rechazado.

    Pfizer había indicado horas antes de que aumentaba la oferta por AstraZeneca, que esta última era definitiva y no podía ser aumentada y que no tenía intención de presentar una "oferta hostil".

    "Inadecuada"

    "Hemos rechazado la propuesta final porque es inadecuada", afirmó el presidente de AstraZeneca, Leif Johansson. De haber prosperado, el acuerdo hubiera supuesto la mayor adquisición de una empresa del Reino Unido por parte de una compañía extranjera, según los medios británicos. 

    El plan de la firma estadounidense era crear la mayor compañía farmacéutica del mundo, con oficina en Nueva York, pero basada en el Reino Unido por razones fiscales.

    Pfizer, cuyo interés por AstraZeneca causó una polémica en el Reino Unido, pedía a los accionistas que presionaran al consejo de administración para que iniciara conversaciones para un acuerdo. La farmacéutica estadounidense había admitido que AstraZeneca no estaba dispuesta a aceptar una oferta de 53,50 libras (64,2 euros) por acción, por lo que la elevaba a 55 libras por título.

    Pfizer llegó incluso este mes a enviar una carta al primer ministro británico, David Cameron, para hacerle saber que estaba comprometida a construir el planeado centro de investigación y desarrollo de AstraZeneca en Cambridge, sureste de Inglaterra.

    La semana pasada, en una comparecencia ante diputados británicos en el Parlamento, el consejero delegado de AstraZeneca, Pascal Soriot, aseguró que la fusión podía poner en peligro el desarrollo de fármacos para el tratamiento del cáncer, mientras que los sindicatos temían la supresión de puestos de trabajo.