Empresas y finanzas

Pescanova, en manos de un fabricante de marca blanca



    Su nombre es Iberica de Congelados (Iberconsa) y, a simple vista, puede parece un gran desconocido para el consumidor español, sobre todo para aquellos que viven fuera de Galicia. Pero se trata del tercer productor del pescado congelado del país y el que puede tener en sus manos el futuro de Pescanova.

    Para la banca acreedora de la multinacional -Sabadell, Popular, NGC, Caixabank, BBVA, UBI Banca- es uno de los mejores posicionados para convertirse en su socio industrial en un plan que pasa por liquidar el grupo e intentar reflotarlo después tras el reparto de los activos.

    "Hay otros candidatos posibles, pero son más pequeños e Iberconsa podría ser un buen socio", admiten en la banca. Es una compañía completamente saneada a la que no parece asustar la marejada que se vislumbra en el horizonte. Su facturación creció el año pasado un 15%, hasta 150 millones de euros, y está en plena vorágine compradora.

    El año pasado se hizo con los activos del Grupo Vieira en Namibia, que posee derechos de pesca en uno de los principales caladeros del continente africano, y la pasada semana compró Ibermar, una armadora argentina.

    Todo con una flota de 20 barcos y 15 filiales operativas en toda la cadena, desde la extracción, hasta la transformación, distribución y comercialización del producto (posee una pequeña red de tienda en Galicia bajo la marca Hiperxel). Alberto Freire, su director general, se muestra en cualquier caso cauto. "Hasta ahora la banca no nos ha hecho una oferta formal para quedarnos Pescanova, pero si la hay desde luego se puede estudiar. Todo es cuestión de analizarlo", explica en declaraciones a elEconomista.

    En cualquier caso, y si no hubiera acuerdo finalmente con ningún socio industrial, la banca acreedora baraja otra opción y es tomar el mando de la nueva Pescanova por su cuenta y riesgo.

    Senen Touza, consejero delegado

    En este último caso, las opciones de la banca acreedora pasan por la contratación de un nuevo consejero delegado. Y, aunque todavía es pronto para plantear esta hipótesis, el ejecutivo preferido por todos es Senén Touza, la persona que está ejerciendo actualmente como administrador concursal en nombre de Deloitte.

    Lo que está claro, con socio industrial o sin él, es que liderados por Sabadell, Popular, NGC, Caixabank y el italiano UBI Banca, más del 45%  de los acreedores de Pescanova se oponen de forma tajante al convenio de acreedores propuesto para la compañía por Damm y Luxempart y que precisa el 51% de apoyos para salir adelante. Los bancos han roto ya cualquier tipo de negociación con la cervecera catalana, que rechaza reducir la quita al 60 por ciento, y se decantan ahora por la liquidación, para quedarse después los activos e intentar reflotarlos.

    El juez que gestiona el concurso ha dado de plazo hasta el próximo 15 de abril para que los acreedores decidan si se suman o no a la propuesta de convenio presentada por Damm y será entonces cuando se sepa con qué apoyos reales cuenta la cervecera catalana, que necesita el apoyo al menos de un 51%.

    Tanto el consejo de administración de Pescanova como el consorcio integrado por Damm y Luxempart han avisado en reiteradas ocasiones a la banca que es mucho mejor apoyar el convenio que ir a la liquidación, un supuesto en el que, según dicen, sólo recuperarían entre un 8 y un 10% de la deuda. "Lo que ahora se produce es la absoluta necesidad de un apoyo de los bancos para que Pescanova pueda seguir desarrollando con normalidad su actividad", ha asegurado la compañía pesquera.