Empresas y finanzas

Campofrío tiene un fondo de maniobra negativo de 142 millones

  • Triplica el fondo de maniobra negativo en solo un año
  • Asegura que puede hacer frente con líneas de crédito


Campofrío cerró el último ejercicio con un fondo de maniobra negativo -la diferencia entre los activos corrientes y el pasivo exigible a corto plazo- de 142 millones de euros, casi el triple que un año antes. En su informe de auditoría, sus administradores aseguran, no obstante, que la empresa "podrá hacer frente a dichos pasivos corrientes a través de las líneas de crédito no dispuestas por 216,2 millones y por los flujos de efectivo que genera el negocio".

El grupo mantiene, de hecho, una sólida posición de liquidez, superior a 320 millones, teniendo en cuenta estas líneas.

Fuentes próximas a la empresa aseguraron ayer que el fondo de maniobra es negativo porque aumenta el saldo pendiente a proveedores. "La lectura es en realidad positiva, porque indica una gestión de pagos a proveedores más favorable y flexible para la compañía", aseguran estas fuentes. A cierre del año, Campofrío tenía 28,4 millones de pagos pendientes y aplazados más allá del límite legal.

El grupo, pendiente de una opa lanzada por parte de la mexicana Sigma sobre su capital, redujo su beneficio neto un 19,1% en 2013, hasta los 12,7 millones de euros, frente a los 15,7 millones de euros registrados en 2012, debido al incremento del precio de las materias primas. La cifra de negocios fue de 1.907,5 millones de euros, un 0,6 por ciento menos.

Con una deuda financiera de 579,5 millones de euros, la empresa admite además en un informe anual que podría verse obligada a devolver de forma anticipada bonos por un total de 500 millones de euros, que vencen en octubre de 2016 y financiación bancaria por otros 60 millones con amortización semestral de 15 millones hasta octubre de 2015.

Los bonistas podrían exigir la devolución anticipada ya que existe una cláusula en el contrato de la emisión, de noviembre de 2009, en el que se contempla esta posibilidad en el caso de que un accionista distinto de los existentes llegase a alcanzar una participación superior al 50%. A 31 de diciembre de 2013, Sigma controlaba ya el 44,72%.

Campofrío no teme, sin embargo, un vencimiento anticipado de los bonos que cotizan por encima del precio que tendría que abonar. "Esta no es una preocupación sino que se consideraría (...) una gran oportunidad para reducir sustancialmente el coste de la deuda, lo cuál redundaría en ahorros significativos de intereses que conllevaría una mejora en la generación de caja", dice la empresa.