Blesa se concedió un crédito por debajo del interés fijo que marcaba el mercado
La búsqueda de hipoteca se ha convertido en los últimos tiempos en una misión prácticamente imposible. Trabajar en una caja o banco probablemente agilice los trámites, pero si encima eres el director, las negociaciones además de fáciles, posiblemente sean más que ventajosas. Eso fue lo que debió pensar Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, cuando a finales del 97 -nada más llegar ala presidencia de la entidad financiera- decidió cambiar su domicilio habitual en el Paseo de la Castellana por una de las zonas más exclusivas de la capital.
El Parque del Conde Orgaz es uno de los lugares donde más ejecutivos se pueden encontrar por metro cuadrado. Empresarios, futbolistas, cantantes, directivos... han decidido establecer allí su domicilio y beneficiarse de la tranquilidad que se respira y de la cercanía al centro de la capital.
Blesa escogió bien, una parcela de más de 400 metros cuadrados con un chalet de más de 200 por el que pagó 643.000 euros de la época. El presidente de Caja Madrid solicitó un préstamo hipotecario por, aproximadamente, la mitad del valor de la vivienda. A finales de 1997 la principal referencia de los créditos hipotecarios, el mibor, se situaba en torno al 4,6 por ciento. Eso suponía que cuando las entidades financieras ofrecían a sus clientes préstamos a tipo fijo para financiar la compra de una vivienda, el interés se situaba entre el 6,5 y el 7,5 porciento.
Un tipo hasta 2,25 puntos menor
Sin embargo, según consta en las escrituras del chalet de Blesa, Caja Madrid aplicó a su presidente un tipo hasta 2,25 puntos menor que el registrado en el mercado, ya que se fijó en 5,25 por ciento durante toda la vida del crédito. Es cierto que dependiendo de la entidad que concedía el préstamo el interés fijo variaba, pero en ningún caso bajaba del 6,5 a no ser, como es el caso, que el cliente tuviese ciertos privilegios.
La concesión de la hipoteca, en unas condiciones mucho más favorables que las que regían en el mercado, supuso para Blesa un ahorro mensual en intereses de unos 300 euros, o lo que es lo mismo, algo más de 18.000 euros durante los cinco años que estuvo pagando las cuotas, ya que pasado este tiempo la amortizó anticipadamente.
Otras propiedades
El piso de dos plantas con bodega, jardín, trastero y plaza de garaje no es la única de las propiedades del presidente de Caja Madrid. Blesa es dueño de un chalet todavía mejor en plena sierra.
El presidente de Caja Madrid tiene donde refugiarse del calor soporífero que azota a la capital durante los meses veraniegos. En concreto, en la urbanización La Santina, situada en el término municipal de El Escorial, Blesa posee un chalet con una superficie construida de más de 300 metros cuadrados, con un jardín al que se accede desde el salón.
Además, posee junto a sus hermanos la titularidad de una casa adquirida através de una herencia en Linares. Esta propiedad se encuentra en una extensión de terreno que supera los 500 metros cuadrados. También en Jaén, aunque en Orcera, un pequeño pueblecito que apenas alcanza los 3.000 habitantes famoso por su producción de aceite de oliva virgen, es dueño también, junto a sus hermanos y por herencia, de una vivienda de100 metros cuadrados de tamaño.
Algunas pérdidas
Sin embargo, su patrimonio experimentó una gran pérdida tras su separación. De hecho, en el reparto le tocaron los dos chalets pero a cambio tuvo que ceder un piso en la urbanización 'Hacienda del Sol', a escasos kilómetros de Puerto Banús, que pasó a pertenecer a su ex mujer.
El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa,ha tenido problemas por su gestión. Tal y como desveló este periódico,el primer ejecutivo de la entidad financiera vulneró el código ético de la entidad cuando accedió al consejo de FCC como dominical enrepresentación de la sociedad de Esther Koplowitz, B-1998.
Los negocios comunes de la caja con la constructora -Realia y la sociedad de autopistas- suponían una violación de la norma ética de la casa ya que no se podía defender al mismo tiempo los intereses de ambas. Blesa además cedió el control de Realia a FCC sin una prima que, según los expertos, podría valorarse en cerca de 300 millones.