Hombres armados toman 2 aeropuertos en Crimea y Rusia niega su implicación
La flota rusa del mar Negro, que tiene su base en la península, negó que sus fuerzas estuvieran implicadas en la captura de uno de los aeropuertos, según la agencia de noticias Interfax, mientras que un simpatizante dijo que el grupo en el otro lugar son simplemente milicianos crimeos.
En medio de la confusión por la identidad de los asaltantes, el presidente temporal, Oleksander Turnichov, convocó una reunión de urgencia de sus jefes de seguridad, al tiempo que el Parlamento pedía a Moscú que pare cualquier acción que pueda fomentar el separatismo y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que aborde la crisis.
La tensión ha ido en aumento en la península de Crimea, la única región de Ucrania que tiene una mayoría rusa y el último bastión importante de resistencia al derrocamiento de Viktor Yanukovich como presidente hace casi una semana.
El ministro del Interior, Arsen Avakov, acusó a fuerzas navales rusas de apoderarse de un aeropuerto militar cerca del puerto de Sebastopol, donde la flota rusa del mar Negro tiene una base, y a otras fuerzas rusas de tomar el control del aeropuerto internacional civil de Simferopol.
"Considero lo que ha pasado como una invasión armada y ocupación en violación de todos los acuerdos y normas internacionales", dijo Avakov en su página de Facebook, y lo describió como una "provocación" e hizo un llamamiento a conversaciones.
La negativa rusa fue clara.
"Ninguna unidad de la flota del mar Negro se ha desplazado hacia (el aeropuerto), menos aún tomado parte en bloquearlo", citó Interfax a un portavoz de la flota.
Se prevé que Yanukovich se presente ante la prensa en la ciudad rusa de Rostov-on-Don más tarde el viernes, aunque el presidente Vladimir Putin no ha dicho si Moscú dará refugio al expresidente, que está fugado y al que el nuevo Gobierno busca por asesinato en masa.
Estados Unidos ha dicho a Rusia que demuestre en los próximos días que es sincera sobre su promesa de no intervenir en Ucrania, y ha agregado que usar la fuerza sería un grave error.
"Creemos que todo el mundo necesita ahora dar un paso atrás y evitar cualquier tipo de provocaciones", dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en una conferencia de prensa conjunta con el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier.
"Queremos ver en los próximos días que las elecciones que tome Rusia se ajusten con esta afirmación que hemos recibido hoy", agregó.
AYUDA AL FMI
El Kremlin dijo que Putin ha ordenado a su Gobierno que continúe las conversaciones con Ucrania sobre relaciones económicas y comerciales y que consulte a los socios extranjeros, entre ellos el Fondo Monetario Internacional, sobre brindar una ayuda financiera.
También dijo que Putin ordenó al Gobierno que estudie una solicitud de Crimea para entregar ayuda humanitaria, pero no hizo referencia directa a los últimos acontecimientos.
Yanukovich desató una serie de protestas en Ucrania en noviembre al descartar a última hora la firma de un tratado comercial con la Unión Europea en favor de un mayor acercamiento económico con Rusia, la antigua potencia soviética.
En diciembre, Putin prometió al presidente ucraniano un rescate de 15.000 millones de dólares, pero Rusia ha paralizado el acuerdo tras entregar un tramo inicial, diciendo que necesita más claridad sobre el nuevo gobierno y sus políticas.
La divisa ucraniana, el grivna, ha caído fuertemente en los últimos días, ante la preocupación de los inversores por la capacidad de Kiev de devolver sus deudas. Pero después de que los nuevos dirigentes del país hayan dicho que van a pedir ayuda al FMI, el viernes rebotó un 5 por ciento a 10,50 por dólar, según datos de Reuters, después de caer a un récord de 11 por dólares el jueves.
El primer ministro, Arseny Yatseniuk, dijo que espera empezar a recibir ayuda internacional pronto y que está decidido a cumplir las condiciones necesarias para recibir apoyo del FMI.
Un acuerdo anterior fracasó después de que Kiev no aplicara las exigencias del Fondo de rebajar los subsidios al gas, que habrían perjudicado a los ucranianos al impulsar fuertemente al alza los precios de la energía.