Empresas y finanzas

¿Crisis? El sector inmobiliario también seduce a los duques de Palma

    Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón, duques de Plama. <i>Foto: Archivo</i>


    A la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín no les asustan las turbulencias financieras que golpean al sector inmobiliario en España. Ambos crearon en 2003 Aizoon, una firma cuyo objeto social es "la consultoría y asesoramiento en gestión de empresas y la compraventa y arrendamiento de bienes inmuebles".

    Aunque los resultados no han sido los esperados en estos últimos años, los Duques de Palma se muestran tajantes en el último informe de auditoría de la compañía, que acaban de presentar en el Registro Mercantil de Barcelona: "Creemos que en el momento actual de la economía española la situación de la empresa es lo suficientemente estable para permitir su continuidad".

    Pocos resultados

    Según reconocen en el informe de gestión adjunto, "la empresa ha obtenido beneficios durante el ejercicio económico 2006" y "esperamos continuar con la línea de actuación que guía la política empresarial de la dirección para conseguir en 2007 superar ampliamente nuestras previsiones de crecimiento".

    El administrador único es Iñaki Urdangarín, que figura además como presidente de la sociedad, aunque la Infanta Cristina aparece también como secretaria general, según las cuentas depositadas en el Registro.

    No obstante, y a pesar de la confianza que ambos muestran en la compañía, el mayor problema es que los resultados, al menos hasta ahora, no han sido los esperados, sobre todo en 2006 -el último del que hay cifras publicadas-, antes incluso de que empezara la crisis. Con unos activos de 1,3 millones de euros y unos fondos propios de 664.340 euros a 31 de diciembre de 2006, la compañía cerró ese año con resultado neto de sólo 3.478 euros, lo que supone una fuerte caída respecto a los cerca de 400.000 que había conseguido ganar tan sólo un año antes.

    La de la Infanta Elena, disuelta

    Una de las razones por las que Urdangarín figura como administrador único, a pesar de que la Infanta Cristina ocupe el cargo de secretaria general, radica en el hecho de que el Rey habría pedido directamente a los miembros de la familia real que no creen empresas particulares para hacer negocios.

    De hecho, la Infanta Elena tuvo que disolver la consultora que creó el pasado verano, apenas unos días después de que trascendiera la noticia. Según confirmó el pasado mes de febrero la Casa Real, "la firma Global Cinoscéfalos, creada en agosto del pasado ejercicio y dedicada al asesoramiento en materia económica contable, financiera e inmobiliaria, ha iniciado el proceso de liquidación, trámite que acaba con la disolución de la compañía".

    La sociedad, que nunca ha llegado a tener actividad, contaba con un capital social de 3.600 euros y según la información oficial que figura en el Registro Mercantil, su secretario personal y empleado de la Casa del Rey, Carlos García Revenga, era su administrador y el hermano de éste, Javier García Revenga, el apoderado.

    Las infantas Elena y Cristina, al igual que el Príncipe Felipe, reciben una asignación de la Casa Real de los Presupuestos Generales del Estado.