Empresas y finanzas

Condenan a Bankia a devolver más de un millón de euros por las preferentes



    La entidad nacionalizada tiene que hacer frente a nuevas sentencias que la obligan a devolver dinero por la venta de títulos preferentes a clientes que desconocían la naturaleza de la inversión. En importe supera el millón de euros.

    Por una parte, el juzgado de Primera Instancia número 69 de Madrid ha condenado a Bankia a devolver un millón de euros tras declarar nulo un contrato de compra de participaciones preferentes, según ha informado el despacho Arriaga Asociados. El afectado contrató un servicio de banca privada con Altae, la filial de fondos de inversión de Caja Madrid, tras recibir un dinero de la venta de su negocio.

    La sentencia, según el despacho de abogados, recoge cómo los actores, un matrimonio de mediana edad, ofrecían un perfil inversor moderado y no profesional, y por el cual delegaban la gestión de sus recursos financieros a un gestor profesional.

    La sentencia concluye, según Arriaga Asociados, que la actual Bankia "incurrió en evidente error a la hora de contratar la compra de participaciones preferentes, como consecuencia de una deficiente, e incluso incorrecta, información suministrada por el personal de Caja Madrid acerca del producto".

    Por otra, El juzgado de Primera Instancia número 8 de Móstoles ha condenado a Bankia a devolver 88.000 euros a una matrimonio madrileño que en 2009 volvió a contratar con Caja Madrid un paquete de participaciones preferentes --un producto que ya habían utilizado otras dos veces antes--, alegando que el último contrato es nulo porque el riesgo había aumentado en los años de la crisis.

    Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el matrimonio contrató en 1997 y 2004 participaciones preferentes, extremo que la entidad bancaria alegó durante el juicio para justificar su idoneidad en la nueva suscripción de estos títulos híbridos en 2009.

    Sin embargo, la magistrada María Gavilán Rubio considera nulo el contrato por "vicios del consentimiento", ya que los preferentistas "creyeron contratar un producto de renta fija con buena rentabilidad, seguro y recuperable" con arreglo a lo que les había indicado el responsable de la sucursal.