El exdirector general de la CAM queda en libertad tras pagar 1,5 millones de fianza
- Roberto López Abad ingresó en prisión el pasado jueves
El exdirector general de la CAM Roberto López Abad ha abandonado la prisión de Navalcarnero tras haber pagado la fianza de 1,5 millones de euros que le impuso el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez para poder abandonar la cárcel, en la que ingresó el pasado jueves.
Fuentes jurídicas han informado de que el exdirectivo de la CAM, que fue detenido el pasado miércoles en la denominada operación "Mar Nuestro" por haber desviado 247 millones a un paraíso fiscal en el Caribe, ha depositado esta mañana esa cantidad, que ha tardado seis días en reunir y después de estar en las prisiones de Soto del Real y Navalcarnero (Madrid).
Por este motivo también ingresó en prisión el exdirector general de Empresas, Daniel Gil, en su caso bajo fianza de 400.000 euros, que abonó un día después, y al que Gómez Bermúdez le retiró el pasaporte, le impuso comparecencias quincenales y la prohibición de abandonar el territorio nacional.
Según los autos por los que el juez ordenó su ingreso en prisión, tanto López Abad como Gil "están en los dos escalones superiores de la CAM" y han intervenido en la comisión de estos delitos, "ya sea como autores materiales, o como cooperadores necesarios".
Operación contra la CAM
El pasado jueves día 7 la Guardia Civil, bajo la dirección y coordinación del Juzgado Central de Instrucción Número 3 de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada procedió a la detención de nueve personas, entre ellas varios exaltos cargos de la Caja de Ahorros del Mediterraneo (CAM), y a la imputación de otros once por fraude fiscal en relación con varias operaciones inmobiliarias en el Caribe.
La operación, llamada "Mar Nuestro", se desarrolló en Madrid, Alicante, Valencia y Palma de Mallorca, y de que durante la misma se han practicado varios registros en domicilios y despachos de abogados.
Entre los detenidos e imputados figuraban empresarios que, con financiación de la CAM, la connivencia de algunos de sus directivos y el asesoramiento de varios despachos de abogados, habrían creado una estructura societaria, de la que participaba la caja, que permitía derivar los beneficios de la explotación de hoteles de lujo en el Caribe a un paraíso fiscal defraudando millones de euros.