Empresas y finanzas

Nozar hipoteca su estación de esquí para saldar una deuda con Colonial

    Luis Nozaleda, presidente de Nozar. <I>Fotografía: J.J. Santacana</i>


    Gráfico POPULAR Gráfico COLONIAL Gráfico GOLDMAN-SACHS Gráfico ROYAL-BK-SCOT-GRPNozar sigue con su reestructuración para pagar sus deudas. Una de ellas es la que tiene contraída con Colonial. La inmobiliaria de los Nozaleda tiene hipotecada su estación de esquí Boí Taüll como aval de una deuda de 130,5 millones de euros que mantiene con Colonial, según indica la auditoría en las cuentas consolidadas de ésta empresa correspondientes al ejercicio 2007.

    No obstante, Nozar prevé saldar ese compromiso financiero con la ex compañía de Luis Portillo cuanto antes, explicó a este diario un portavoz de la promotora madrileña.

    En julio del año pasado, Colonial firmó un contrato con NZ Patrimonio, propiedad de Nozar, para la compra de un inmueble situado en Madrid por un importe de 215,5 millones de euros. Este dinero no se desembolsó íntegramente, sino que la inmobiliaria pagó un anticipo de 10,5 millones de euros y emitió pagarés de 45 millones de euros.

    El resto del desembolso del importe de la operación estaba condicionado a que se cumplieran determinadas cláusulas. Estos requisitos eran la modificación de un plan urbanístico y la obtención de una licencia para la construcción de un gran centro comercial.

    Operaciones condicionadas

    En esa misma fecha, Colonial también selló otro contrato para adquirir a Nozar unos terrenos ubicados en la capital española por 75 millones de euros. Igual que en el caso anterior, la inmobiliaria dio un anticipo de 10 millones de euros y emitió varios pagarés por 65 millones de euros. Esta operación estaba también condicionada a que los solares recibieran una aprobación urbanística.

    Pasó el tiempo y Colonial decidió el pasado 31 de enero romper esos contratos de compra con la familia Nozaleda porque no se cumplían los requisitos exigidos en los acuerdos. Por ello, solicitó a NZ Patrimonio y Nozar la devolución de los anticipos entregados y los pagarés. Es decir, le solicitó que le devolviera 130,5 millones de euros.

    Nozar se ha comprometido a saldar esa deuda, por lo que ha presentado como aval una segunda hipoteca sobre el inmueble y los terrenos que iba a vender a Colonial por un importe superior a 100 millones de euros. Para afianzar más su compromiso, la familia Nozaleda ha aportado como garantía adicional el 98 por ciento del capital de su estación de esquí Boí Taüll.

    Mucha prisa no corre para saldar las deudas con Colonial, ya que la sociedad tiene como fecha límite el 31 de enero de 2009, tal y como indica la auditoría. En el caso de impago, la ex inmobiliaria de Luis Portillo se quedaría con la estación de esquí, los terrenos y el inmueble.

    Plan de desinversiones

    La deuda que mantiene Nozar con Colonial es mínima respecto a los más de 9.000 millones de euros que soporta la compañía. Una losa demasiado pesada que la inmobiliaria espera ir quitándose poco a poco con un plan de desinversiones.

    La estrategia contempla la venta de activos por un valor de 765 millones de euros. Un dinero que se podría destinar a amortizar el préstamo sindicado que mantiene Colonial con un grupo de bancos, encabezado por Royal Bank of Scotland (RBS.LO), Eurohypo, Goldman Sachs (GS.NY) y Calyon, por 7.700 millones de euros.

    Lo que ocurre es que una sombra de incertidumbre pesa sobre esta estrategia, ya que el plan de desinversiones fue elaborado con anterioridad a que otro grupo de entidades financieras, liderado por Banco Popular (POP.MC) y La Caixa, tomaran las riendas de Colonial. De hecho, estos bancos, que cuentan con el 23,5 por ciento de la inmobiliaria, entraron ayer por primera vez en el seno ejecutivo de la compañía.

    En concreto, este pool de entidades financieras nombró a tres representantes. El director general de banca mayorista de Banco Popular, José María Sagardoy, ha sido uno de los elegidos para entrar en el consejo. Este ejecutivo no estará solo porque le acompañarán el subdirector general de banca mayorista de La Caixa, Manuel Fernando Menéndez, y el consejero delegado de Caixa Galicia, José Zamorana.

    Todos ellos han asumido el cargo de consejero dominical y, además, los dos representantes del Popular y de la Caixa han accedido hasta la cocina, es decir, a la comisión ejecutiva de la inmobiliaria.

    Las riendas de Colonial

    Con estos nombramientos, las entidades que tienen una mayor participación en Colonial son las que han tomado asiento en el órgano gestor de la inmobiliaria con el fin de tomar las riendas de Colonial. Por otro lado, un accionista con mayor antigüedad de la inmobiliaria también ha entrado en el consejo. Éste es el caso de Global Cartera de Valores, que ha designado como representante a Luis Antonio Delso.

    Estos cuatro nombramientos se han producido por la salida de tres representantes del consejo, que eran los hombres de confianza de Luis Portillo. Y es que con este movimiento, la cuota de presencia de Luis Portillo en el consejo se corresponde con su actual participación, que supera el 5 por ciento del capital. Tras este baile de sillas, la cúpula administrativa cuenta con un total de 12 consejeros.

    Lo lógico es que el próximo paso sea que los nuevos dueños analicen el interior de Colonial para elaborar una estrategia acorde con sus objetivos. Esto puede suponer parar o continuar con muchos planes que habían esbozado los anteriores propietarios de la compañía.

    Una de las ideas que se planteaban era presentar "a corto plazo" el proyecto de fusión de Riofisa con Colonial. Una operación que estará pendiente de la aprobación de los nuevos dueños de la compañía. También está pendiente la situación de Nozar en la inmobiliaria, una vez que la promotora salde sus correspondientes deudas con sus entidades financieras acreedoras.