Empresas y finanzas

Asturiana ofrecerá crear un gigante lácteo español a Pascual y Puleva



    Crear un gigante lácteo español capaz de sortear la volatilidad de los precios, competir en igualdad de condiciones con las grandes empresas europeas y frenar el desarrollo imparable de las marcas blancas. Ésos son los objetivos que se ha marcado el consejero delegado de Central Lechera Asturiana, Pedro Astals, convencido de que su idea saldrá adelante.

    El primer paso será la transformación de la estructura de la compañía, que dejará de ser una cooperativa para convertirse en una sociedad anónima. Según Astals, "una vez realizado el cambio, que esperamos completar después del verano, plantearemos la creación de una gran empresa a los dos únicos jugadores con los que sería viable: Leche Pascual y Puleva".

    Opciones y posibilidades

    Aunque por el momento el primer ejecutivo de Asturiana prefiere no decantarse por ninguna de las dos firmas- "lo ideal sería una integración a tres bandas"-, en el sector se da por hecho que sería mucho más fácil con Leche Pascual, una empresa de carácter familiar. Hace ocho años, las dos compañías tuvieron ya un primer acercamiento con vistas a una posible integración. Sin embargo, la oposición de los ganaderos asturianos, propietarios de la marca Central Lechera Asturiana a través de la cooperativa, obligó a paralizar los contactos.

    Si Asturiana consigue ahora su transformación, tal y como está previsto, ese obstáculo quedaría salvado. "Hemos encontrado el único camino viable, que es la separación del grupo en dos sociedades. Por un lado quedan los ganaderos, con un contrato blindado para la compra de leche con unas condiciones ventajosas para ellos y, por el otro, una sociedad anónima en la que se integran los activos empresariales", explica Astals.

    Con Puleva resultaría más complicado, entre otras razones, porque para poder llevar a cabo la integración Ebro debería estar dispuesto a vender. Y eso es algo que ahora mismo, teniendo en cuenta que acaba de anunciar su intención de desprenderse de la división azucarera, no parece muy probable.

    El poder de las marcas blancas

    Actualmente, Central Lechera Asturiana se integra en Corporación Agroalimentaria Peñasanta, participada mayoritariamente por los ganaderos, y en la que el grupo francés Bongrain, propietario también en España de Mantequerías Arias, tiene el 27 por ciento del capital; Cajastur, el 10,88 por ciento y la Caja Rural de Asturias, el 5,01 por ciento.

    Para Astals, la creación de un campeón nacional de la leche "es la única salida posible ante el crecimiento imparable de la marca blanca". Según dice, "en los últimos años, las grandes enseñas tan sólo hemos conseguido arañarnos cuota entre nosotros porque las que realmente crecen son las de la distribución".

    Las marcas de leche de grandes cadenas de hipermercados y supermercados controlan ya el 41,5 por ciento del sector, según los datos de la consultora Iri. Central Lechera Asturiana tiene el 18,3 por ciento, Leche Pascual el 10,9 por ciento y Puleva el 2,8 por ciento.

    Entre las primeras destacan también Celta y Lauki, pero una integración con ellas resultaría prácticamente imposible. La primera es propiedad de la portuguesa Lactogal y la segunda de la francesa Lactalis, la dueña de President. El poder de la marca blanca es tal que tres empresas -Iparlat, Covap y Feiraco- se han unido ya para hacer marca blanca para Mercadona.