Empresas y finanzas

'Marlboro' y 'Winston' lideran el tabaco de contrabando en el mercado español

  • Philips Morris y Japan Tobacco tienen firmado un acuerdo antifraude con la UE
  • Un estudio de Ipsos les otorga una cuota del 45% en el consumo ilegal


El alza de los precios como consecuencia del fuerte incremento impositivo ha provocado que el tabaco de contrabando, prácticamente inexistente antes de la crisis, se haya disparado hasta el 13% del mercado, provocando un fraude fiscal que ronda los 1.200 millones anuales, provocando un gran agujero en las arcas del Estado.

Para conocer la situación real en este mercado ilícito las cuatro grandes multinacionales del sector -Philip Morris, Japan Tobacco International (JTI), British American Tobacco (BAT) e Imperial- encargaron un estudio a la consultora Ipsos EPS, y sus conclusiones han encendido todas las alarmas en la Administración, tanto el Ministerio de Hacienda como en la dirección general de Aduanas.

Reparto del mercado

El 45% de todo el tabaco ilícito que se comercializa en España es propiedad precisamente de dos de estas compañías: la norteamericana Philip Morris y la japonesa JTI, que tienen firmado además un acuerdo con la Olaf, la Oficina Europea de Lucha contra el fraude, para combatir el contrabando (también está suscrito por BAT e Imperial Tobacco), por el que se comprometen a pagar los impuestos defraudados de todas las intervenciones de sus marcas que lleve a cabo la policía de tráfico ilegal. De acuerdo con el estudio de Ipsos, al que ha tenido acceso elEconomista, si a Philip Morris y Japan Tobacco se suma además H. Van Landewyck, que vende tabaco de bajo coste, estas tres compañías acaparan casi siete de cada diez cigarrillos de contrabando que se distribuyen en España.

BAT apenas tiene, en cambio, un 6,4% de cuota en el tráfico ilegal y Altadis, la empresas propiedad del grupo británico Imperial Tobacco, un 3,4%. Fuentes próximas a la Guardia Civil y a la dirección de Aduanas aseguran que no se trata de que ninguna de estas empresas esté vendiendo ni mucho menos tabaco de contrabando.

Lo que ocurre es que se comercializa en Gibraltar, Andorra o las Islas Canarias, con una presión fiscal muy inferior a la de la Península y Baleares, mucho más tabaco del que en realidad se consume, a sabiendas de que después será introducido de forma ilegal por redes mafiosas, que se encargarán de su distribución por todo el país. Con ello esquivan la fiscalidad española -el 80% del precio de cada cigarrillo corresponde a impuestos- y mantienen el mercado a precios mucho más bajos para el consumidor pero con un margen similar para ellos.

Hay que tener en cuenta que al margen de la cuota por empresas del tabaco ilegal, tres enseñas internacionales -Marlboro y Chesterfied (Philip Morris) y Winston (Japan Tobacco)- concentran casi el 40% del total de las ventas. El mercado ilegal tan sólo les puede plantar cara Ducal, una marca de H. Van Landewyck, y American Legend, otra marca de tabaco a bajo coste, propiedad de Karelia, un fabricante de origen griego.

Marcas sin presencia legal

Fuentes de JTI explican que en apenas dos años su cuota del consumo ilegal se ha reducido del 19,8% hasta el 15,2% y que el problema real es el fuerte crecimiento de enseñas que no tienen ninguna presencia en los estancos. "Las empresas que no tienen firmado ningún acuerdo con Olaf tenían hace cuatro años sólo el 15% del mercado ilegal y ahora representan ya el 46%. Es lógico que alguien que se dedique al contrabando introduzca marcas mundiales conocidas, pero no es tan normal que venda otras como Ducal o American Legend", aseguran estas fuentes. JTI insiste además en que el estudio de Ipsos se hace con paquetes vacíos recogidos en la calle y analizando cuáles de ellos no tienen la etiqueta fiscal en España y recuerdan que "eso no quiere decir que la totalidad sea de contrabando, sino sólo que no es producto doméstico". Este periódico ha intentando contactar también, sin éxito, con Philip Morris para conocer su versión.

En España, las ventas de tabaco legal se han reducido un 40% desde el inicio de la crisis. En 2007 se vendieron 4.455 millones de cajetillas y el pasado ejercicio tan sólo se distribuyeron 2.671 millones. Todos los expertos consultados insisten en que esto no es debido a que se haya reducido el consumo de cigarrillos, que está prácticamente estabilizado, sino al fuerte crecimiento del contrabando.

Marcas blancas ilegales

En el mercado nacional el último fenómeno derivado del contrabando de tabaco son las denominadas ilicit whites. Son marcas blancas de cigarrillos producidas única y exclusivamente para ser vendidas a través de las redes ilegales, pero que cumplen con todos los requisitos normativos de los países de fabricación, donde sí que están permitidas.

En el Reino Unido, debido a la fuerte presión fiscal y los altos precios del tabaco, enseñas como American Blend, Jing Ling, Camelot o Raquel se han hecho ya con casi un tercio del mercado y ahora están entrando con fuerza también en el mercado español. En la mayoría de los casos se trata de marcas producidas en las antiguas repúblicas soviéticas, como Ucrania o Bielorrusia, pero también hay algunas del Golfo Pérsico e incluso de algunos países del norte de África.

Hace unos meses, Juan Páramo, director general de la patronal de la industria tabacalera, Adelta, y portavoz de la Mesa del Tabaco, que aglutina a las empresas, los agricultores y los estanqueros, denunciaba ya que "es un fenómeno en alza que podría ir a más debido al incremento de la carga fiscal y a la nueva normativa antitabaco que prepara la Unión Europea". Hay que tener en cuenta que algunas provincias de Andalucía, fundamentalmente en Cádiz, el tráfico ilegal alcanza ya cerca del 40% del total del mercado, lo que ha obligado a muchos estancos a cerrar.