El AVE de Brasil se aplazará hasta 2016 por problemas económicos y políticos
- Fomento y Exteriores formaron una comisión para salvar la oferta española
La licitación del AVE de Brasil o trem-bala puede retrasarse hasta 2016. Una serie de enfrentamientos surgidos en el seno del Gobierno que preside Dilma Rousseff han llevado al país carioca a ampliar los plazos una vez más. Oficialmente, el Gobierno asegura que la subasta tendrá lugar en 2014 pero, según los expertos en infraestructuras consultados por elEconomista América, no tendrá lugar hasta dos años después.
Por un lado, dentro de un año hay elecciones en Brasil, lo que retrasaría hasta octubre cualquier tipo de decisión y, por otro lado, la previsión de una escenario económico complicado, con ajustes drásticos en 2015, haría que el proceso de licitación del tren de alta velocidad (TAV) sólo se pueda llevar adelante un año después.
El lunes pasado, el Gobierno brasileño anunció una prórroga de un año de la licitación del trem-bala que pretende conectar las ciudades de Sao Paulo y Rio de Janeiro. Al anunciar el aplazamiento, el ministro de Transportes, César Borges, negó cualquier tipo de influencia política en la decisión y aseguró que la prórroga del plazo atendía a la solicitud de las empresas interesadas en participar en el concurso.
En este sentido, la ministra de Fomento, Ana Pastor, confirmó ayer que el viernes pasado llamó a Bernardo Figueiredo, presidente de EPL, empresa pública de Brasil vinculada al Ministerio de transporte, para negociar un aplazamiento de unos meses. Una llamada que sigue a las múltiples informaciones recogidas por diarios brasileños que a principios de agosto apuntaban a un retraso en la puesta en marcha del proyecto por la oposición de una parte del Gobierno de Rousseff.
Diversos motivos
Renato Pavan, presidente de la consultora Macrologística, ve motivos más allá de los empresariales para aprobar un nuevo aplazamiento. "El Gobierno reconoció que sería un error licitar un proyecto estimado en más de 30.000 millones de reales (13.000 millones de euros) cuando miles de personas ha salido a las calles a exigir que se invierta en transporte público y movilidad urbana".
Otra razón sería que el único consorcio que confirmó la entrega de la propuesta dentro del plazo establecido (culminaba el 16 de agosto), era el liderado por la francesa Alstom. La empresa está siendo investigada por la fiscalía brasileña, junto a la española CAF, por una serie de irregularidades en los contratos del metro Sao Paulo. "Otorgarle el proyecto a una empresa que ha sido denunciada por corrupción desgasta mucho la imagen del trem-bala y del Gobierno", dijo Pavan.
Claudio R. Frischtak, presidente de Inter B Consultoría, coincidía con Pavan sobre los motivos que hacen imposible la subasta del TAV con el escenario político y económico actual. "La decisión de retrasar la licitación fue acertada y que la obra se licitará en 2016. Es difícil sustentar un proyecto como el trem-bala que tiene una relación coste/beneficio poco clara", dijo. Este punto coincide con Japón, que retiró su oferta al dudar de la viabilidad económica del proyecto.
Las españolas aplauden
Mientras Brasil, que según los expertos se prepara para una oleada de ajustes en 2015, se replanteaba el futuro inmediato de su AVE, el Ministerio de Exteriores y de Fomento unieron sus fuerzas a finales de julio para tratar de salvar la presencia de un consorcio español en el AVE de Brasil, cuyo futuro quedó en el aire tras el accidente a las puertas de Santiago.
Además del contratiempo que supuso el siniestro para España, los constantes cambios en los pliegos (hace poco se modificaron los cánones), lastró la oferta liderada por Talgo, Indra y ACS que, según aseguran fuentes cercanas al consorcio, es "muy inmadura" y dejaba mucho que desear a nivel técnico y económico. Un extremo que llevó a ACS a barruntar la posibilidad de abandonar el consorcio si no había más tiempo para perfilar el proyecto.
Así, ambos ministerios formaron una comisión de trabajo después del accidente para analizar con Brasil las opciones para que España pudiera presentarse a la subasta, tratar de ampliar el plazo de licitación "un par de meses" y dar un impulso al proyecto español.
Tras las negociaciones de Fomento y Exteriores, Brasil dio el visto bueno para que la oferta española pudiera presentarse ya que el tramo en el que se descarriló el tren no era de alta velocidad sino que era una vía de transición limitada a 80 kilómetros por hora.
El consorcio formado por Talgo, Indra, Cobra, Elecnor y Abengoa, entre otras, ha aplaudido la "prudente" decisión de Brasil de aplazar la licitación y aseguró que España había solicitado en junio el retraso al considerar "conveniente" seguir analizando los riesgos de tipo financiero y tecnológico. En este sentido, fuentes cercanas a Cobra han asegurado a este diario que gracias al nuevo plazo continuarán trabajando en el consorcio para preparar una oferta que satisfaga los intereses de todos.
Por su parte, los empresarios brasileños creen que el nuevo plazo dañará sus intereses y se tendría que haber retrasado hasta diciembre, como esperaba España.