Empresas y finanzas

"Arthur Andersen cayó por menos de lo que nos han costado las cajas"

    El presidente de la AEA, Pedro Juan Beneyto, <i>Foto: Archivo</i>


    Experto en finanzas y macroeconomía, Pedro Juan Beneyto fue nombrado el pasado julio presidente de la Asociación Española de Auditores (AEA). Creada en 1995, la organización defiende una mayor transparencia tanto en el sector público como en el privado, fomentando la unión y cooperación de las pequeñas firmas frente al oligopolio que, según dicen, forman las grandes, que acaparan más de la mitad del mercado.

    Ustedes defienden una mayor transparencia en todos los sectores, ¿cuáles son las razones?

    Es un tema importantísimo. Una cosa es el concepto de la auditoría tradicional, que lo único que está diciendo es que los estados financieros reflejan los papeles que me has dado. Pero cuando uno pide una auditoría está pidiendo algo más que eso. Aquí es donde está el concepto moderno de auditoría.

    Se trata de todo un proceso, que empieza por poner los sistemas y procedimientos correctos, después sigue por la fase del control de esos sistemas y por último por lo que es precisamente la auditoría tradicional. Por eso es necesario un cambio en la auditoría y una renovación en las normas de transparencia.

    Tanto en el ámbito público como en el sector privado...

    Desde luego, la transparencia es muy importante en el caso de los partidos políticos o las empresas públicas, aunque también en el sector privado. Ahí están casos como el de Pescanova, que han sido escandaloso.

    ¿Con la auditoría moderna que plantea se hubiera evitado?

    Por supuesto. Por mucho menos que nos está costando el problema de las cajas cayó el líder mundial de la auditoría, Artur Andersen, que desapareció por el caso Enron. En términos relativos, el tema de las cajas, por ahora, nos cuesta casi 80.000 millones, es mucho más importante y todas estas entidades fueron auditadas.

    Entonces, ¿no se hizo bien?

    No soy quién para decirlo. Lo que digo es que no se hicieron de una forma completa, de una forma transparente, porque de haber sido así no se hubieran producido estas sorpresas. Cuando uno habla del problema de la transparencia, no nos fijemos sólo en los partidos políticos por casos como el de Bárcenas o el del Palau, porque si vemos el importe real que hemos perdido los ciudadanos es mínimo comparado con el de las cajas.

    Y no sólo eso. Se han aceptado balances de comunidades autónomas y ayuntamientos con miles de millones de facturas que estaban en cajones. Tenemos que reforzar la transparencia.

    ¿Es un problema de la legislación?

    Por un lado tiene que ver cómo está planteada la normativa, pero también porque no ha habido una verdadera competencia. Hay sectores públicos vedados a la auditoría. Para que haya transparencia debe haber competencia, que no sólo participen los auditores públicos en los informes de los organismos públicos.

    De nada sirve que el Tribunal de Cuentas reciba los datos, cuando es ya tarde. Los partidos políticos y los sindicatos debe ser auditados. El problema es que una pequeña firma no puede competir con el oligopolio existente. Mientras el conjunto del mercado ha crecido un 3 por ciento en los últimos años, las grandes lo han hecho en más de un 60 por ciento.

    ¿Podría ocurrir con Deloitte lo mismo que con Arthur Andersen por lo ocurrido en Bankia?

    No estoy al corriente. Creo que ha hecho la auditoría correctamente. Estoy convencido de que el problema ha sido que el sistema y el procedimiento no estuvo abierto.

    ¿Puede haber más casos como el de Deloitte?

    Se tiene que investigar todo, lógicamente.

    ¿Pasa lo mismo con Pescanova?

    Sí, por eso es necesario que el auditor tenga más información. Que pueda tener una participación directa en los sistemas puestos en marcha. Si estás controlando el procedimiento desde el principio es difícil que luego los apuntes contables sean erróneos. Pero si no, ocurre lo que estamos viendo.

    ¿Cree positiva la Ley de Transparencia?

    Hasta ahora no se había puesto en marcha un plan para reglamentar la transparencia pública y privada. Es la primera vez que España ha cogido el toro por los cuernos. Aprovechemos para que sea una transparencia seria y real.

    ¿Los cambios llegan en un momento en que el sector está dañado?

    Lógicamente, por eso estamos molestos y nos estamos uniendo los profesionales, autónomos, los pequeños bufetes, porque lo que ha pasado está afectando a nuestra imagen sin haberlo comido ni bebido.

    ¿El momento es una oportunidad para las compañías pequeñas?

    Sí lo es, porque vamos en el camino de que haya una competencia efectiva y real en el sector.

    ¿Debería haber sanciones más rápidas y efectivas por el ICAC?

    Claro. Está actuando y tomándose en serio las posibles infracciones,y lógicamente va a haber consecuencias. Hay que recordar que Arthur Andesen cayó porque una serie de bufetes jurídicos reclamaron daños y perjuicios.

    ¿Se tendría que auditar también a los organismos reguladores?

    Lógicamente. La omisión de acciones por parte de organismos reguladores han tenido consecuencias económicas para los ciudadanos, evitables con una auditoría interna.