La apuesta de Codere por el crecimiento hace que en sus cuentas... 'salte la banca'
"En el corto plazo, el grupo se enfrenta a una situación de liquidez estrecha, derivada fundamentalmente de la indisponibilidad de fondos provenientes de Argentina desde julio del año 2012 por los beneficios que el grupo obtiene en dicho país", según señalaba Codere en una carta enviada a la CNMV el pasado 28 de mayo .
A principios de esta semana, Codere anunció que reformulaba sus cuentas de 2012 y elevaba sus pérdidas en el ejercicio hasta los 134 millones de euros, frente a los 104,7 millones de euros que la compañía anunció el pasado mes de febrero, tras detectar dos errores contables en sus cuentas del pasado año.
El fondo Anchorage Advisors Management ha declarado una participación del 4,014 por ciento en Codere, lo que le convierte en el segundo máximo accionista, sólo por detrás de la familia Martínez Sampedro, con el 68,4 por ciento.
El grupo experimentó hasta el año pasado un crecimiento único en el sector y en el empresariado español. Sus resultados a lo largo de los últimos años se han fortalecido con la diversificación de su actividad y un ebitda positivo hasta el último semestre del año pasado. En el último trimestre de 2012 y en el primero de este ejercicio, el cansancio se ha seguido mostrando.
Codere es un coloso gracias, de una parte, a una política inteligente de adquisiciones en busca del liderazgo en cada país en que actúa y con la intención de obtener la masa crítica necesaria para ello, comprando participaciones minoritarias en sociedades estratégicas para luego ampliar posiciones hasta controlar las compañías. Estas estrategias en países como Argentina y México se han realizado mediante un socio local, lo que ha ayudado a conocer las características de mercados muy regulados y produjo ahorros en las compras.
Reinversión de beneficios
Por otra parte, el grupo ha recurrido a la reinversión de beneficios y a la financiación externa a través de créditos y de las emisiones de bonos por 760 millones de euros en 2005-2006 y 2010 y los 300 millones de dólares de 2012. Aunque se trata de una compañía de gestión familiar cotizada en bolsa, no ha repartido dividendos por la política de reinversiones adoptada. Sin embargo, con un crecimiento tan fuerte, la financiación crece también. Así, la deuda a 31 de marzo de las empresas suponía un total de 1.220 millones de euros. Un pasivo con referencia al ebitda menor que el de buena parte de las empresas del Ibex 35, asumible y gestionable para un grupo como Codere.
Los problemas de la empresa en estos últimos trimestres se han debido a una ralentización de la actividad en Italia por la crisis económica (es el tercer país en importancia por ingresos) y a la prohibición de fumar en los casinos en Buenos Aires (Argentina supone el 50 por ciento del ebitda del grupo).
Esta prohibición ha supuesto un fuerte descenso de los ingresos, ya que tabaco y juego suelen ir muy unidos, aunque en experiencias como la española, la situación se ha reconducido en el corto plazo, al tiempo que se relaja la normativa.
La otra gran dificultad es calificada por los directivos de Codere como una "buena noticia que llega en un mal momento". Se trata de la renovación de las licencias de juego otorgadas por la Administración de Buenos Aires. El hecho de que quedase poco para renovarlas creaba cierto recelo en las entidades financieras. Sin embargo, el adelanto de las renovaciones a este año, si bien ha tranquilizado a estas entidades, ha generado problemas de liquidez momentánea en el grupo, que ha visto cómo se juntaban estos pagos con otros previstos.
Así, el año pasado se había comprado el 35,9 por ciento de Icela, sociedad bonaerense de la que ya contaba Codere con un 49 por ciento. Se trató de una compra estratégica.
El grupo debe afrontar hasta el 15 de junio dos vencimientos importantes, de una parte una línea de crédito revolving credit facility (con Credit Suisse, Barclays y BBVA) por 60 millones de los que se deben pagar los últimos 29 millones. Además, debe afrontar el pago de intereses semestrales del cupón de 760 millones. Estos dos vencimientos le han puesto en una situación de liquidez estrecha, que ha llevado al grupo a un proceso de refinanciación. Se ha encargado a Perella Weinberg Partners un análisis para ver las mejores soluciones para reestructurar la deuda a corto y medio plazo.
En Codere no se descartan en la actualidad asociaciones con posibles socios financieros, o incluir los negocios en las bolsas americanas. Lo que sí se descarta son operaciones para malvender algún negocio.