Empresas y finanzas

Cepsa y Gas Natural comunican a la CNE que suman el 66% de Medgaz



    Los cambios accionariales en el gasoducto Medgaz ya están sobre la mesa de la Comisión Nacional de la Energía. Cepsa y Gas Natural Fenosa han comunicado al regulador que superan el 66 por ciento del accionariado de esta infraestructura estratégica tras ejercer el derecho de tanteo en la venta del 12 por ciento que GDF Suez estaba negociando con la belga Fluxys, una operación valorada en 85 millones de euros.

    Fuentes conocedoras de la operación explicaron a elEconomista que Cepsa y Gas Natural Fenosa han presentado la operación al regulador para cumplir con la Función 14, potestad de la CNE y que permite a esta institución emitir dictámenes vinculantes sobre las operaciones empresariales que afectan a actividades reguladas (transporte y distribución de gas y electricidad).

    Precisamente esta norma habilita al regulador a pronunciarse sobre operaciones cuando se alcanza una participación relevante de algún activo regulado.

    Tras los últimos movimientos el accionariado ha dado un giro de 180 grados, de tal forma que el lado español se ha vuelto a hacer con el control del tubo a pesar de la salida de Iberdrola y Endesa. En concreto, Sonatrach ya supera el 43 por ciento, Cepsa el 41 por ciento y Gas Natural el 15 por ciento.

    Cabe destacar que la CNE se ha pronunciado recientemente a favor del incremento de participación de Sonatrach tras ejecutar el derecho de tanteo en la opción de venta de la participación de las eléctricas españolas en el tubo, con lo que el cierre de la venta es inminente.

    Esta cláusula de ofrecer a los socios las participaciones en venta antes de cerrar un acuerdo han tirado por tierra en dos ocasiones las expectativas de Fluxys de entrar en esta gasoducto que une España con Argelia.

    Por su parte, Enagás se mostró interesada hace unos meses en entrar en esta interconexión, un movimiento avalado desde el Ministerio de Industria de cara a que España recuperara el control del tubo tras la salida de Endesa e Iberdrola. Sin embargo, esta iniciativa quedó reducida a una simple muestra de interés.

    El gasoducto cuenta con una 8.000 millones de metros cúbicos al año y se proyectó para reducir la dependencia del gas ruso. Así, se trata de un proyecto internacional y multidisciplinar que se presenta como la vía más directa y económica de aprovisionamiento de gas natural al sur de Europa.

    El proyecto ha contado con el apoyo de la Unión Europea, que le ha concedido una ayuda financiera de 2 millones de euros durante la fase de estudio y diseño y otra de 1,4 millones de euros en la fase de construcción.

    Desde su entrada en funcionamiento Argelia ha elevado considerablemente su cuota de suministro a España. Durante los dos meses del año incluso ha superado el tope del 50 por ciento fijado para la media del año.