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El AVE de Brasil abre la puerta al desarrollo del nuevo 'Avril' de Talgo



    La posible adjudicación al consorcio español liderado por Renfe y Talgo del AVE de Brasil no sólo supone para el fabricante ferroviario la posibilidad de vender una versión mejorada del Talgo 350, el célebre Pato. Fuentes conocedoras del proceso explican a este periódico que también supone una oportunidad inmejorable para desarrollar el Avril, su nuevo producto de alta velocidad.

    Aunque los pliegos que ahora se conocen aceptan un tren de las características del Talgo 350, con experiencia probada en el mercado español, las innovaciones tecnológicas que se incluirán se podrían aplicar en el Avril. Las mismas fuentes aseguran que no se descarta que en una fase más avanzada del concurso, cuando el Talgo 350 estuviera a pie del trazado Río de Janeiro-Sao Paulo se pudiera incorporar el nuevo Avril.

    Entre este contrato y el ya ganado del AVE de La Meca, Talgo podría impulsar su nueva joya de la corona, un producto que lleva varios años de retraso una vez que el Ministerio de Fomento anulara hace casi tres ejercicios la renovación de flota de trenes de alta velocidad que iba a alimentar la ruta entre Madrid y París. En ese momento, tanto Talgo como su rival español CAF querían haber aprovechado el fallido concurso para desarrollar sus futuros AVE: Avril y Oaris respectivamente.

    El Avril fue presentado por primera vez en sociedad en el pasado InnoTrans 2012, el prestigioso salón ferroviario que se celebró en Berlín en septiembre. El tren, que incluía una locomotora y un vagón de pasajeros, tuvo una gran aceptación entre los expertos. Una de las opciones que más gustó es su versión low cost, que ofrece la posibilidad de incorporar una clase turista de más de 730 pasajeros, gracias al diseño del AVE (que le permite un mayor espacio interior para incluir cinco filas de asientos en configuración 3 +2) y la reducción de hasta un 30 por ciento de su peso en comparación con otros trenes de la misma categoría.

    El supertren de Talgo está concebido para alcanzar los 350 kilómetros por hora y es compatible con todas las señalizaciones ferroviarias europeas.