La FAO se compromete a debatir sobre propiedad de la tierra en América Latina
El plenario de la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hizo espacio para recibir a representantes de los movimientos sociales y cumplió un minuto de silencio en memoria de 19 militantes del Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil, asesinados por policías en 1996.
El hecho, que se conoce como "Masacre del Dorado dos Carajás" y del que hoy se cumplieron doce años, es una "muestra de la violencia que aún impera en el campo latinoamericano contra los pobres", dijo ante el plenario Maria das Graças Amorim, portavoz del Foro por la Reforma Agraria.
"Es necesario debatir con urgencia la necesidad de limitar el tamaño de las propiedades en Brasil y América Latina, pues no puede ser que unas pocas familias tengan tanto y otros tan poco", declaró Amorim, quien instó a la FAO a promover "en todos los países una reforma agraria masiva, amplia e integral".
Los movimientos sociales de América Latina y el Caribe, que se reunieron en Brasilia en forma paralela a la conferencia de la FAO, entregaron un documento en el que afirman que "la tierra no es ni puede ser una mercancía", pues "es garantía de vida para millones de personas".
El brasileño José Graziano da Silva, director regional de la FAO, admitió que, en relación a la propiedad de la tierra, América Latina "tiene los mayores índices de desigualdad del mundo", igual que en lo relacionado al "acceso a los medios de producción agrícola".
En declaraciones a periodistas, reconoció también que "existen indicios de que la concentración de propiedad (en unas pocas manos) ha aumentado" en los últimos años en la región.
Graziano dijo que "si se quiere promover la inclusión social en América Latina y el Caribe, es necesario dar una mayor atención a las áreas rurales" y sostuvo que la reforma agraria debe ser "un imperativo" para la región.
"La reforma agraria es una necesidad en sí misma y no necesita de subterfugios, como la actual coyuntura de subida de precios de los alimentos", afirmó el funcionario de la FAO.
Según Graziano, este brazo de las Naciones Unidas incluirá en sus debates futuros los reclamos de los movimientos sociales, pues "no se puede discutir a espaldas de la población".
Sin embargo, aclaró que la FAO, como organismo de naturaleza técnico, sólo podrá hacer un análisis de la situación y presentar alguna propuesta a los gobiernos de los países miembros, que son los que decidirán al respecto.
"La reforma agraria es un asunto que divide" y su alcance en cada país dependerá de los gobiernos y "del poder de articulación de los movimientos sociales", consideró Graziano. EFECOM
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(con fotografías)