Schäuble suaviza su postura hacia la unión bancaria europea
La unión bancaria es una parte crucial de la política de la UE para superar su crisis financiera y de deuda soberana. En un primer paso, supone la creación de un supervisor bancario paneuropeo bajo el paraguas del Banco Central Europeo. Posteriormente habrá un llamado mecanismo de resolución para cerrar o rescatar los bancos en problemas.
El mes pasado, Schäuble pareció dar un frenazo al proceso diciendo que la Unión Europea primero necesitaba cambiar sus tratados debido a la "dudosa base legal" del proyecto. Esas declaraciones fueron criticadas por responsables comunitarios y socios europeos como Francia.
Sin embargo, el martes, en un acto en una universidad de Berlín con su homólogo francés, Pierre Moscovici, Schäuble mantuvo un tono más conciliador, calificando la unión bancaria de "proyecto prioritario", y prometió seguir con ella "rápidamente".
Dijo que aunque Europa necesita cambios institucionales a medio plazo, no debería esperar a que se produjeran antes de solucionar sus problemas.
"Debemos sacar lo mejor de ello sobre la base de los actuales tratados, y donde no consigamos las cosas institucionalmente, entonces trabajaremos intergubernamentalmente o incluso bilateralmente", manifestó.
Alemania, que celebra elecciones generales en septiembre, ha enfatizado en los últimos meses la necesidad de ser cautos y de tener una preparación cuidadosa en el camino hacia la unión bancaria, preocupada por no exponer a sus ciudadanos a las responsabilidades derivadas del debilitado sector bancario europeo.
FRANCIA PIDE FLEXIBILIDAD
La canciller Angela Merkel ha insistido en que se adopten duras medidas de austeridad para recortar la deuda pública en la eurozona, pero Moscovici pidió a Berlín que muestre una mayor comprensión hacia la difícil situación de sus socios del sur de Europa.
"Es verdad que Alemania tradicionalmente está muy apegada a las normas y disciplina, que son cosas que necesitamos - pero al mismo tiempo tenemos que ser capaces de flexibilidad, de comprensión y de respeto a nuestra diversidad", dijo el ministro socialista francés.
Moscovici bromeó con que Schäuble "quizá no me ha aconsejado espontáneamente conseguir una extensión" de las metas de déficit de Francia por parte de la Comisión Europea, pero el ministro alemán ha expresado su comprensión.
La semana pasada, la Comisión Europea dio a Francia y a España - segunda y cuarta mayores economías de la eurozona, respectivamente - dos años más para reducir su déficit público por debajo del objetivo del 3 por ciento del Producto Interior Bruto.
A diferencia de Alemania, donde la economía se mantiene relativamente robusta y el desempleo está en niveles próximos a los mínimos de 20 años, en Francia y en España se ha producido un gran crecimiento del paro.
Moscovici dijo que los países tienen que reducir su deuda pública, pero a un ritmo apropiado, y añadió que París no ve la decisión de Bruselas como una excusa para olvidarse de unas reformas estructurales muy necesarias.
"Seguiremos nuestros esfuerzos de luchar contra el déficit estructural", declaró. "Francia es un país serio que está llevando a cabo una política creíble, no renunciamos (a la responsabilidad fiscal)".
Pero puso el énfasis en que la cuestión más importante para su país y para otros socios europeos es la creación de empleo.
"Por supuesto, tenemos que asegurarnos de que se arreglan las finanzas públicas, pero hay que hacerlo con cuidado, teniendo en cuenta las situaciones nacionales y definiendo el ritmo adecuado para mantener las perspectivas de crecimiento", afirmó.
/Por Stephen Brown/