Empresas y finanzas

Bruselas se quita la máscara y se declara abiertamente pronuclear

    Torre de refrigeración de una central nuclear. <i>Foto: Archivo</i>


    La Comisión Europea ha dejado de coquetear con la energía atómica y este martes se ha declarado abiertamente pronuclear. "Para posibilitar las inversiones necesarias, la Comisión Europea está examinando cómo abordar las dificultades relacionadas con las licencias, la financiación y los diferentes regímenes de responsabilidad nuclear", anunció el letón Andris Piebalgs, comisario europeo de Energía, ante la plana mayor del sector europeo del átomo.

    Plana mayor que se reúne este martes y este miércoles en Bruselas para presionar y ganarse el favor de las instituciones de la UE.

    Piebalgas reconoció que "la energía nuclear realiza una importante contribución a nuestra lucha contra el cambio climático y a nuestra seguridad de abastecimiento energético". El responsable comunitario también advirtió que "la UE necesita inversiones substanciales para reemplazar sus plantas de generación energética a medida que van envejeciendo". Y subrayó que un "gran número de centrales nucleares actualmente activas alcanzarán el final de su ciclo de vida antes de 2030".

    Hasta la fecha, el Ejecutivo comunitario que desde otoño de 2004 preside el portugués José Manuel Durao Barroso, había intentado nadar y guardar la ropa. Con una mano concedía la necesidad de mantener un debate sobre el papel de la energía nuclear, y con la otra recordaba que la cuestión escapaba a sus poderes al ser competencia de cada Estado. Su línea de acción se venía limitando a intentar avanzar en la búsqueda de soluciones sobre la seguridad nuclear, la gestión y el tratamiento de los residuos radiactivos, y la transparencia del sector. Cuestiones todas "importantes para que la opinión pública acepte la energía nuclear".

    Tras declarar este martes su apoyo a esta fuente de Energía y evidenciar que sus servicios trabajan a favor del renacimiento de la misma, Piebalgs devuelve al Ejecutivo comunitario a la posición pronuclear en la que lo había colocado su antecesora en Bruselas: la española Loyola de Palacio, difunta vicepresidenta de la Comisión Europea y antigua comisaria de Transportes y Energía entre los años 1999 y 2004.