Empresas y finanzas

El concurso de hospitales en Madrid no atrae a las compañías sanitarias



    Si la Comunidad exige asumir a los médicos funcionarios, las firmas no acudirán

    Al final se va a cumplir el lema de las protestas de la llamada marea blanca: la sanidad no se vende... pero porque nadie quiere comprarla. La intención de la Comunidad de Madrid de externalizar la gestión de seis hospitales públicos puede quedar en nada y no por la oposición de parte de la profesión médica, sino por la falta de interés de las empresas que deben presentar sus ofertas al concurso público.

    Según las fuentes consultadas por elEconomista entre las distintas compañías dedicadas a la gestión hospitalaria, ahora mismo el interés por el concurso es bastante bajo. La razón es unánime entre todas: si no van a poder gestionar el llamado capítulo 1, el del gastos de personal, las ofertas serán muy escasas.

    Y es que, según argumentan desde las compañías, la única forma de poder hacer rentable estos hospitales es teniendo la opción de poder contratar de nuevo al personal sanitario necesario y hacerlo a través de contratos laborales y no asumir la plantilla actual de plazas fijas que se rigen por un modelo funcionarial: el llamado modelo estatutario que rige la profesión médica y la enfermera.

    "Asumir al personal estatutario fijo en estos hospitales deja a las empresas muy poco margen de maniobra. La rigidez de este modelo no permite el pago por objetivos o la flexibilidad horaria para, por ejemplo, establecer dos turnos de trabajo y poder sacar rendimiento a un turno de tarde en los quirófanos", indica desde una de estas compañías sanitarias.

    Cambio de planes

    Y es que las empresas contaban en principio con esta gestión. "Y la Comunidad de Madrid también, pero la presión por las manifestaciones ha hecho que de momento el consejero se ha haya echado atrás en sus planes", indican.

    El plan inicial pasaba por un sistema en el que a los médicos y enfermeros de estos centros que tuvieran plaza fija en la sanidad pública se les diera la opción de pedir una excedencia de la misma para poder ser contratados de nuevo por las empresas que empezaran a gestionar estos hospitales.

    Los nuevos contratos previstos por las compañías adjudicatarias serían contratos laborales, como el del resto de trabajadores del sector privado, por lo que los profesionales perderían el resto de complementos adquiridos durante su etapa como funcionarios en la sanidad. A cambio, aseguran desde las empresas que ya gestionan este tipo de hospitales, "los médicos entran en un sistema de retribuciones más abierto en el que pueden cobrar más que en la Administración, según sean sus capacidades, formación, productividad y rendimiento, como ocurre con los profesionales que trabajan en los hospitales privados actualmente, que en muchos casos tienen un salario superior al de los hospitales públicos".

    Un ejemplo de esta nueva relación laboral de los médicos con estas empresas ya ocurre en el Hospital de Torrejón, en Madrid, de titularidad pública y gestión privada. La empresa valenciana Ribera Salud gestionaba este centro hasta hace seis meses, ya que vendió su participación al grupo Sanitas.

    Abierto en septiembre de 2011, en este hospital trabajan 117 médicos y 190 enfermeras del sistema sanitario madrileño, que solicitaron una excedencia en su plaza fija en la pública para incorporarse como laborales al nuevo centro. "Y todos siguen en este modelo porque han visto que les compensa. La plaza fija siempre la tienen pero aquí pueden crecer más", aseguran.

    Si al final la Comunidad saca los pliegos -en las próximas semanas- en estas condiciones, las fuentes consultadas apuntan a que la compañía Capio sería la mejor posicionada. Esta empresa podría asumir mejor otro de los grandes costes de esta inversión: los pacientes desplazados, ya que dispone de un hospital propio para atenderlos.